Suenan las alarmas tras una fuerte amenaza del presidente Donald Trump contra Irán.
Durante el fin de semana el presidente dijo que Estados Unidos tiene listo su armamento para responder contra ese país, pero este lunes aseguró que no quiere una guerra.
Todo sucede luego de un ataque que dañó las instalaciones de una petrolera en Arabia saudita.
Algo que algunos dicen está afectando directamente los bolsillos de los consumidores.
Las llamas iluminaron el cielo, la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo en fuego, luego de varios ataques.
Y los que este lunes están pagando el precio son los conductores.
Y precisamente un golpe de vuelta es con lo que está peligrosamente amenazando el presidente luego de que su secretario de estado dijera, sin mostrar evidencia, que todo apunta a que el ataque fue a manos de Irán.
Trump dijo este lunes que no quiere guerra con Irán pero que Estados Unidos tiene las mejores armas y habló de los aviones de combate, misiles y otros sistemas.
El portavoz del ministerio de exteriores de Irán rechazó la acusación de EEUU diciendo que "no tiene fundamento".
Rebeldes de Yemen indicaron que fueron ellos los que usaron 10 drones para atacar las instalaciones de Petróleo y no a Irán.
En todo caso la situación empeora aún más las relaciones entre Irán y Estados Unidos y agrava el riesgo de una crisis económica.
La subida del petróleo no sólo afecta el precio de la gasolina, sino el precio de los boletos de avión, y de los productos que son transportados.
La refinería afectada produce más de $5 millones de barriles al día, es decir, el 5% de la producción diaria del mundo.
Fuente:EFE
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