La República Dominicana es un buen destino para las aves migratorias, que encuentran en el país una gran variedad de ecosistemas donde asentarse, por eso a lo largo del año llegan a estas tierras ejemplares de entre 150 y 160 especies, cuando el clima no les es propicio en sus lugares de procedencia.
Dada la posición en el trópico de la isla La Española, que la República Dominicana comparte con Haití, aquí llega una buena cantidad de estos pájaros, explicó a Efe el director de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, José Manuel Mateo, con motivo del Día Internacional de las Aves Migratorias.
A lo largo del año, diferentes especies, procedentes sobre todo de Estados Unidos y Canadá, encuentran en la nación caribeña los ecosistemas propicios para pasar una temporada, ya sea en estuarios, manglares, ensenadas, lagos o lagunas.
Por estas fechas, en las que las aves migratorias tienen su día internacional (11 de mayo) los amantes de la ornitología pueden deleitarse, por ejemplo, viendo como el lago Enriquillo o la laguna de Oviedo (suroeste) se tiñen de rosa con la llegada de los flamencos, indicó el funcionario.
Entre las especies migratorias que se refugian en los hábitats dominicanos también se encuentran la garza tricolor (Egretta Tricolor), el cra-cra (Butorides virescens), el ruiseñor (Mymus polyglottos), y cigüita enmascarada (Geothly trichas), siendo sus lugares favoritos, además de los ya mencionados las lagunas Cabral, Saladilla, Limón, Nisibón, Gran Estero o Perucho, entre otras.
En algunas de las áreas protegidas hay senderos y miradores para observar aves, ofreciendo un bonito espectáculo a quienes optan por el turismo de naturaleza o quieren una alternativa a la playa.
Además de contar con los hábitat más apropiados, la República Dominicana ha establecido un Sistema Nacional de Áreas Protegidas para velar por la integridad de las zonas que sirven de refugio a las aves migratorias y a otras muchas especies animales.
Los Sistemas de Áreas Protegidas son espacios que los países apartan como muestra representativa de los diversos ecosistemas y enclaves naturales para preservar la naturaleza y, a partir de estos, se generan una serie de servicios medioambientales.
Son parques nacionales, refugios de vida silvestre, monumentos naturales y reservas biológicas repartidos por toda la geografía del país, y que tienen una estructura de gestión para prevenir acciones que puedan degradar los recursos naturales, señaló Mateo.
Además, el país forma parte de la Convención de Especies Migratorias "y, por consiguiente, tenemos compromisos para asegurar que las especies que llega a nuestro territorio sean resguardadas".
Por suerte, acotó, la mayor parte de las especies llegan a esas áreas protegidas, así que automáticamente cuentan con esa protección.
Sin embargo y a pesar de los esfuerzos por proteger el medioambiente, las aves, al igual que los animales marinos y terrestres, se ven afectadas por la avalancha de plásticos que genera el ser humano, y que constituyen una "seria amenaza" para cualquier especie, lamentó Mateo.
Por desgracia, aquí los ecosistemas no están libres de este material contaminante y "el uso de plásticos en arroyos o ríos donde las aves se establecen puede generar transtornos en su desarrollo.
Los plásticos están generando disfunciones en el propio funcionamiento de los ecosistemas y es un grave problema para al humanidad", dijo el responsable de biodiversidad.
Según señaló, en la República Dominicana hay una "gran preocupación" por este tema y ya se han comenzado a tomar medidas al respecto para que los plásticos no sean un obstáculo para que las aves migratorias encuentren aquí su hogar temporal.
A fin de cuentas no son solo huéspedes, sino que estas aves que están de paso por el país proporcionan beneficios fundamentales y servicios ecológicos a los ecosistemas como controladores biológicos e indicadores de la salud del entorno; contribuyen a la polinización y dispersión de semillas, y aportan fertilizantes al suelo.
Fuente:EFE
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