La liberación de la vietnamita Doan Thi Houng, la única sospechosa hallada culpable por el asesinato en 2017 de Kim Jong-nam, el hermano mayor del líder norcoreano, Kim Jong-un, pone el cierre con incógnitas a este crimen que según servicios de inteligencia tiene la marca de Pionyang.
Doan, quien a principios de abril fue condenada a tres años y cuatro meses de cárcel tras declararse culpable por un delito de causar daño voluntario con un arma peligrosa, dejó a primera hora de la mañana la prisión de Kajang, al sur de la capital malasia.
"Hoy es un gran día, Doan viajará a Vietnam", indicó su abogado Hisyam Teh Poh Teik, en una rueda de prensa improvisada en el aeródromo de Kuala Lumpur y retransmitida en directo.
El letrado leyó una carta de su clienta, escrita la víspera, donde agradece a autoridades, medios y "todo el mundo que le ha apoyado" durante el proceso judicial.
Hisyam, que también viajará Vietnam a junto a otros dos representantes de la defensa de Doan y la propia inculpada para "una pequeña celebración", aseguró que la fiscalía "no ha presentado una apelación a la sentencia por lo cual el caso contra Doan ha quedado cerrado".
"Estamos feliz por el resultado", zanjó el abogado flanqueado por sus dos compañeros y con la misiva de Doan en la mano.
La vietnamita de 30 años, que se benefició de haber admitido su culpabilidad y su buen comportamiento para lograr una remisión de un tercio de la pena, abandonó el penal en un vehículo de la embajada vietnamita con destino a las oficinas de inmigración, antes de ser deportada en un vuelo con destino a Hanoi previsto para la última hora de la tarde.
Doan y la indonesia Siti Aisyah, en libertad desde principios de marzo, asaltaron a Kim el 13 de febrero de 2017 en la terminal de salidas del aeropuerto de Kuala Lumpur, en una acción que Corea del Sur y Estados Unidos atribuyó a agentes norcoreanos.
Las dos mujeres se declararon inocentes tras su detención y aseguraron que creían que participaban en una broma para un programa de televisión cuando frotaron el rostro de la víctima con una sustancia que creían inofensiva, y que en realidad era el agente nervioso VX, catalogado como arma de destrucción masiva por la ONU.
Kim Jong-nam murió camino del hospital menos de media hora después de recibir el veneno.
Tras más de dos años en prisión provisional, Aisyah quedó liberada el 11 de marzo gracias a la mediación del Gobierno de Indonesia, mientras Doan recibió una oferta de la fiscalía el 1 de abril para aceptar la culpa por un cargo menor, y así evitar la acusación inicial de asesinato por la que se enfrentaba a la pena de muerte.
Ninguna de las dos acusadas ha llegado a testificar durante el proceso del asesinato, que Seúl y Washington atribuyen a la inteligencia del régimen norcoreano.
Por su parte, Corea del Norte sostiene que la muerte de Kim Chol (el pseudónimo que aparecía en el pasaporte con el que viajaba Kim Jong-nam) fue causada por un ataque cardíaco y acusa a las autoridades malasias de conspirar en este caso junto a Washington y Seúl.
Según la investigación de la Policía malasia, el asesinato fue organizado por cuatro norcoreanos: Ri Ji-hyon, Hong Song-hac, O Jong-gil y Ri Jae-nam, quienes contrataron a las dos mujeres utilizando nombres y nacionalidades distintas.
Los cuatro sospechosos se encuentran en paradero desconocido tras abandonar Kuala Lumpur en avión horas después de la muerte de Kim y tras presenciar desde la distancia en el mismo recinto aeroportuario la ejecución del plan.
Kim Jong-nam, hermano de Kim Jong-un por parte de padre, estuvo considerado en su día el favorito a heredar la cúpula del régimen norcoreano, pero cayó en desgracia en 2001 y vivió sus últimos años en el exilio.
El norcoreano se disponía a viajar a Macao, donde residía cuando fue asaltado por la indonesia y la vietnamita. Entre sus posesiones se encontró una maleta repleta de dinero y un maletín con varios antídotos, entre ellos el medicamento que servía para neutralizar el veneno que le causó la muerte.
Fuente:EFE
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