La renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, a quien de momento reemplazará Kevin McAleenan, abrió el lunes toda una serie de incógnitas sobre los planes del presidente de EEUU, Donald Trump, para resolver la crisis humanitaria que insiste hay en la frontera con México.
Nielsen, que permanecerá en el cargo hasta el miércoles mientras cumple un rápido traspaso, cerrará un agrio capítulo al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) por cuenta de la política de separación de menores hijos de inmigrantes que la convirtió en blanco de críticas y ahora, a los ojos de Trump, en la funcionaria que pese a ello no logró contener el flujo migratorio irregular.
En breves declaraciones a los reporteros que la aguardaban a las afueras de su residencia, Nielsen se limitó a aclarar el lunes que no tenía nuevos anuncios y ratificó su agradecimiento a Trump por la oportunidad de servir al país.
"Continuaré apoyando todos los esfuerzos para abordar la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera", comentó la funcionaria tras confirmar que ha estado en contacto con miembros del Congreso y de la Administración para el traspaso del cargo y puntualizar que comparte el "objetivo del presidente de asegurar" la linde.
Y aunque la salida de Nielsen era una posibilidad que se esperaba desde hace meses ante las frecuentes críticas del mandatario, la llegada temporal de McAleenan, un veterano de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), no solo ha puesto en marcha las especulaciones sobre quién la sucederá sino en torno a un detalle de procedimiento.
Los reporteros consultaron el lunes a Hogan Gidley, un portavoz de la Casa Blanca, si Trump planea despedir a Claire Grady, considerada "técnicamente" la siguiente en la línea de sucesión de Nielsen y la secretaria adjunta en funciones.
Gidley, quien en declaraciones previas a Fox News consideró que McAleenan hará un "gran trabajo", declinó ofrecer comentarios al lamentar que los reporteros estén más interesados en las "intrigas".
La publicación Político, citando personas familiarizadas con el asunto, apuntó tras la dimisión de Nielsen que el asesor presidencial Stephen Miller, al que describe como defensor de las políticas de inmigración más estrictas, puede estar promoviendo una reorganización administrativa más amplia.
Menos de 24 horas después de la renuncia de Nielsen, Trump decidió el lunes reemplazar al jefe del Servicio Secreto, Randolph Alles, por James Murray, otro agente de ese cuerpo encargado de proteger al mandatario estadounidense.
Para Federico de Jesús, exportavoz de la campaña presidencial de Barack Obama en 2008, "el hecho de que alguien con el historial tan nefasto de Nielsen contra los inmigrantes y refugiados no sea de línea suficientemente dura para Trump debe ser muy preocupante" para quienes defienden los derechos humanos en este país.
"La secretaria Neilsen fue la verdugo de la cruel separación de familias y la defensora a brazo partido de la política de 'cero tolerancia' en la frontera sur", afirmó a Efe De Jesús, quien ahora preside la firma de consultoría FDJ Solutions.
Por su parte, el director de Investigación para Programas de Estados Unidos en el Migration Policy Institute (MPI), Randy Capps, consideró que no está clara "qué nueva política de inmigración agresiva" puede implementar la Administración Trump, al advertir de que sus opciones "son limitadas".
Capps aludió, entre otras, a la separación de familias que Trump debió revertir en 2018 con una orden ejecutiva después de haber resultado tan impopular, mientras otras medidas fueron bloqueadas por cortes estadounidenses.
"El presidente parece estar responsabilizando a la secretaria Nielsen por no haber detenido o reducido el flujo de migrantes centroamericanos a través de la frontera de EEUU y México", acotó el experto, quien interpretó la salida de la funcionaria como una "señal" de Trump a los migrantes de que es "crítico" venir ahora al país, mientras descifra qué política implementar.
Fuente:EFE/AP
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