El caos es igual tanto en la frontera sur como en la norte, donde migrantes centroamericanos intentan pasar, caminar por territorio mexicano y burlar los obstáculos de la frontera para llegar a Estados Unidos.
"A nosotros son los que nos están violando, nos están cazando, nos están metiendo dentro de votado", acusa Rusbiel Ramírez, un migrante centroamericano.
Al igual que Rusbiel, muchos otros dicen que les urge intentar pasar del otro lado, a Estados Unidos, primero porque temen que la amenaza del presidente Donald Trump de cerrar la frontera se cumpla y, después, porque sienten que el gobierno mexicano ha comenzado a frenar la marcha de los migrantes.
"Nosotros estamos ayudando, lo vamos a seguir haciendo para que se evite un conflicto, para que se mantenga abierta la frontera", asegura el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A pregunta expresa de si se están deteniendo a los migrantes, López Obrador dijo que están actuando con mucha prudencia.
"Y sí se está buscando que se respete la ley y vamos muy bien", afirma.
Las cifras de la Secretaría de Gobernación indican que en los dos primeros meses del 2017 se aseguró a más de 14,000 migrantes; en el 2018, a poco más de 19,000 y, ya en el gobierno de López Obrador, a casi 19,000.
Pero a pesar de ello, dice el activista Luis García Villagrán, los migrantes siguen llegando y los albergues no se dan abasto.
"Están padeciendo hambre y enfermedad, condiciones verdaderamente paupérrimas", advierte García Villagrán.
Mientras, el Senado mexicano envió, a través de una carta, su más enérgica condena por las expresiones y amenazas realizadas por el presidente Trump.
Fuente:Telemundo
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