Las festividades de Navidad comenzaron el domingo en una Tierra Santa marcada por el conflicto con el tradicional peregrinaje desde Jerusalén hasta la basílica de la Natividad de Belén del máximo representante de la Iglesia Católica en la región, Pierbattista Pizzaballa.
"Cuando (el presidente Donald) Trump, anunció que Jerusalén es la capital de Israel estaba tan enfadado que no salí de casa durante cuatro días", dijo a Efe Ahmad Galase, un vecino de la plaza del Pesebre de Belén, donde miles de personas se congregaron para ver la entrada de Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino en Jerusalén.
"Y por la situación política pensé que no iba a haber nada en esta plaza, pero no, ahora veo que sí hay. Yo soy musulmán y he salido a celebrar con mis vecinos cristianos, porque creo en Jesús, y hoy me siento más feliz al ver que hay conmemoración", agregó Galase.
La comitiva del Patriarcado Latino reunió a familias notables de la ciudad de Jerusalén en la sede episcopal para darles las felicitaciones navideñas y posteriormente partió hacia Belén en coche, custodiado por agentes de la Policía israelí a caballo que enarbolaban banderas de Israel.
Después de acceder a Belén a través de una de las entradas del muro de separación que controla el Ejército de Israel, Pizzaballa se dirigió hacia la plaza del Pesebre de Belén, con el árbol de Navidad que luce imponente junto a la Basílica de la Natividad, el lugar donde la tradición cristiana establece que nació Jesús.
Allí comenzó el desfile del alto representante de la Iglesia con niños "boy scouts" tocando gaitas y tambores, por la calle de la Estrella que desemboca en la plaza de la Natividad.
Hanza Anwar, una turista Noruega, dijo a Efe que está en Belén "porque es Navidad y por los problemas que está causando Trump parece que no es seguro venir aquí, pero sí que lo es. Soy agnóstica y he venido por pura solidaridad con Palestina, y es precioso ver a musulmanes y cristianos juntos".
La plaza de la Natividad estaba flanqueada por dos pancartas grandes en las que se leía: "Jerusalén siempre será la capital eterna de Palestina".
"El pueblo palestino está muy orgulloso de venir del lugar donde todo comenzó", declaró a Efe el portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Xavier Abu Eid.
Y agregó que: "El mensaje de Jesucristo y de la Navidad inspiran al pueblo palestino en su lucha hacia su liberación nacional".
El alcalde de Belén, Anton Salman, mandó un vídeo por Twitter desde la plaza de la Natividad diciendo: "(los palestinos) nos merecemos vivir, ser libres y que nuestra capital sea Jerusalén".
Un veterano peregrino procedente de Polonia Albin Paluszkiewicz dijo a Efe que vino a Belén con su esposa para la celebración navideña: "Me llama la atención que la ciudad se está transformando, parece más cristiana que en otras ocasiones. Pese a las imágenes que salen en televisión, no percibo que haya tensión".
Fuente:EFE
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