La esperanza de vida estadounidense al nacer disminuyó por segundo año consecutivo en 2016, impulsada por un asombroso aumento del 21 por ciento en la tasa de mortalidad por sobredosis de drogas, informaron el jueves los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
De acuerdo con el Washington Post, los Estados Unidos no han visto dos años de disminución de la esperanza de vida desde 1962 y 1963, cuando la influenza causó un número desproporcionado de muertes. En 1993, hubo una caída de un año durante lo peor de la epidemia del SIDA.
“Creo que debemos tomarlo muy en serio”, dijo Bob Anderson, jefe de la Rama de Estadísticas de Mortalidad en el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, que es parte del CDC. “Si miras a los otros países desarrollados en el mundo, no están viendo este tipo de cosas. La esperanza de vida está aumentando “.
El desarrollo es un signo sombrío para Estados Unidos, que cuenta con algunos de los gastos más altos del mundo en atención médica, y más pruebas del costo que la crisis de opioides de la nación está exigiendo a los estadounidenses más jóvenes y de mediana edad, dijeron los expertos.
Más de 42,000 estadounidenses murieron por sobredosis de opiáceos en 2016, un 28 por ciento más que en 2015. Cuando se incluyen las muertes por drogas como la cocaína, la metanfetamina y las benzodiazepinas, el aumento general fue del 21 por ciento.
Una disminución de varios años en la esperanza de vida se asocia más comúnmente con epidemias de SIDA en el sur y este de África o guerras en Siria y Afganistán, dijo Majid Ezzati, profesor de salud pública en el Imperial College de Londres que ha estudiado la esperanza de vida.
“La historia se reduce a los jóvenes”, dijo. “Es la historia de la sobredosis, en gran medida”.
“El factor clave es el aumento en las muertes por sobredosis de drogas”, dijo.
En general, la esperanza de vida se redujo en una décima parte del año, de 78.7 a 78.6. Cayó dos décimas de un año para los hombres, que tienen tasas de mortalidad por sobredosis mucho más altas, de 76,3 a 76,1 años. La esperanza de vida de las mujeres se mantuvo estable en 81.1 años.
El número de personas que tomaron una dosis excesiva de fentanilo y otros opiáceos sintéticos aumentó de 9.580 en 2015 a 19.413 en 2016. Las muertes por heroína aumentaron casi un 20 por ciento y las muertes por otros analgésicos opioides como la hidrocodona y la oxicodona aumentaron un 14 por ciento.
“Es incluso peor de lo que parece”, dijo Keith Humphreys, un especialista en adicciones de la Universidad de Stanford. Dado que la investigación ha demostrado que las cifras oficiales podrían estar subestimando el verdadero número de muertes por opiáceos en un 20 por ciento o más, “fácilmente podríamos estar en 50,000 muertes por opiáceos el año pasado”, dijo. “Esto significa que incluso si se ignoran las muertes por todas las demás drogas, la epidemia de opiáceos por sí sola es más mortal que la epidemia de sida en su apogeo”.
Fuente:DL
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