La Montaña, donde el hambre y el frío no distingue edades ni condiciones, se convirtió en el refugio de 5,000 indígenas de Chalchihuitán, Chiapas, que amenazados por grupos armados, huyeron de sus comunidades.
"Nos sacaron a balazos y nos corrieron con disparos y estamos sufriendo por nuestros hijos", relata Erasto, uno de los desplazados.
Erasto lo narra en su lengua materna, el tzotzil. Cuenta como hombres encapuchados entraron a su casa para asustar a su familia con disparos y todos salieron corriendo.
"Tienen armas de alto calibre y ayer pusieron una bomba que tronó y más tenemos miedo", dice Erasto.
El grupo lleva varios días entre las inclemencias de la Montaña, no hay comida y los niños ya comienzan a enfermarse. Los más grandes, como pueden, improvisan techos y con fogatas logran soportar el frío, pero cuando cae la noche las cosas se complican aún más.
"Yo si voy a llorar porque mi familia está sufriendo. Nos tratan como animales, no nos ven como gente humana", dice otro de los desplazados.
Marcelo Pérez, el párroco de Simojovel, un municipio chiapaneco, se ha encargado de documentar la tragedia y en videos comparte los rostros del sufrimiento.
"Les duele mucho en este momento como le quemaron su maíz, frijol, todo lo que tienen y que duermen bajo las montañas", dice Pérez.
El conflicto entre las comunidades de Chalchihuitán y Chenalhó comenzó hace más de 45 años por una disputa de 900 hectáreas de tierras y bosques, lucha que ahora deja en el desamparo a miles de indígenas.
Y aunque las autoridades no han llegado a la Montaña, el gobierno de Chiapas ya advirtió que buscará una solución dialogada.
"El tribunal agrario pronto emitirá su fallo y pronto vamos a acabar con la disputa agraria", asegura Juan Carlos Gómez, secretario de gobierno de Chiapas.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ya solicitó a los tres niveles de gobierno implementar medidas cautelares en favor de los indígenas desplazados.
Fuente:Telemundo
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