La crisis política en Honduras se agravó el jueves ante la tardanza del Tribunal Supremo Electoral en divulgar resultados definitivos de los comicios presidenciales del domingo.
Según los datos publicados por el ente, el actual mandatario, Juan Orlando Hernández, aventaja al candidato de la oposición, Salvador Nasralla, quien llamó a sus partidarios a protestar en las calles tras denunciar, sin pruebas, un supuesto fraude.
La reñida contienda se complicó la noche del miércoles, cuando Nasralla, de la izquierdista Alianza Opositora contra la Dictadura, ganaba por apenas 40 votos a Hernández, y el tribunal reportó un fallo de cinco horas en su sistema informático.
Tras esto, los siguientes datos del organismo mostraron que Hernández ganaba por 22,677 votos a Nasralla tras procesar el 88.76% de las boletas.
La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a centenares de enardecidos seguidores de Nasralla que protestaban a medianoche en el exterior de la sede del tribunal en la capital, Tegucigalpa.
Se reportaron movilizaciones similares en diferentes puntos de la capital y en el territorio hondureño, donde los partidarios de la Alianza bloquearon carreteras y anunciaron que continuarán con las protestas en apoyo a su líder.
“La cuenta de los votos presidenciales avanza lentamente por dificultades técnicas”, dijo a la prensa Terencio Huete, jefe de operaciones del tribunal. El personal del ente electoral está vigilado por un circuito cerrado de televisión y no pueden ingresar con metales, celulares, armas o lápices, informó.
El presidente del Tribunal, David Matamoros, dijo en rueda de prensa que el resultado definitivo de la elección se sabrá la tarde del jueves.
Numerosos colectivos nacionales e internacionales han exhortado al tribunal a ofrecer una información fluida sobre las elecciones.
Desde los comicios del domingo, ambos candidatos se han proclamado ganadores.
El retraso en la proclamación del vencedor es polémico e inédito en los al menos nueve procesos electorales celebrados en Honduras en los últimos 32 años. Siempre se habían publicado los resultados casi recién concluida la votación.
Las elecciones de 2013, donde resultó elegido Hernández, son un buen ejemplo: Las mesas de votación cerraron a las 17:00 horas y tres horas después se anunció su victoria sobre Xiomara Castro, esposa del derrocado expresidente izquierdista Manuel Zelaya.
Edmundo Orellana, exministro de Defensa y excanciller liberal, denunció que “el gobierno en lugar de ofrecer datos legibles, presenta fórmulas matemáticas para fundamentar lo que nadie, aplicando el sentido común, logra entender”.
En un intento por impedir un posible fraude electoral, Nasralla pidió en rueda de prensa a los más de 500 observadores internacionales que desde hace dos semanas están en Tegucigalpa que designen un grupo especial para investigar el caso.
“El gobierno adulteró las actas electorales, pero defenderé los votos en la calle y donde sea”, advirtió el izquierdista sin presentar pruebas, y convocó a sus seguidores a protestar en el país.
Nasralla firmó una Declaración por la Democracia donde los dos contendientes se comprometieron con la Organización de Estados Americanos (OEA) a esperar y respetar los resultados oficiales, pero tras la repentina caída del sistema digital del tribunal dijo que no reconoce el documento.
“Yo firmé el documento sin pensar y de buena voluntad con Jorge Quiroga (expresidente de Bolivia) y Álvaro Colom (expresidente de Guatemala), pero ahora no lo acepto porque el Tribunal Electoral está alterando la voluntad popular y no caeré en una trampa”, apuntó.
La OEA lamentó en su cuenta de Twitter la decisión de Nasralla y calificó el documento como “un compromiso con el pueblo, que facilitó OEA de buena fe para que en calma e imparcialidad se cuenten todos los votos de forma transparente. La OEA seguirá trabajando a favor de la justicia, en las elecciones en Honduras”.
Fuente:EFE
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