El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo el sábado que la amenaza de un ataque con un misil nuclear norcoreano se está acelerando.
En declaraciones en Seúl junto al ministro surcoreano de Defensa, Song Young-moo, Mattis acusó a Pyongyang de mantener programas - nuclear y de misiles - ilegales e innecesarios y prometió derrotar cualquier ataque.
Corea del Norte se comporta ignorando la ley y Estados Unidos nunca aceptará que se convierta en potencia nuclear, afirmó Mattis.
El secretario de Defensa añadió que independientemente de lo que pueda intentar Pyongyang, se verá superada por la potencia de fuego y la cohesión de la alianza formada hace décadas por Washington y Seúl.
Como ha recalcado durante toda su gira por Asia, que incluyó visitas a Tailandia y Filipinas, Mattis dijo que la diplomacia sigue siendo la forma preferida para tratar con Corea del Norte.
“Dicho eso”, añadió, “no se confundan, cualquier ataque contra Estados Unidos o nuestros aliados será derrotado, y cualquier uso de armas nucleares por parte del Norte chocará con una enorme respuesta militar eficaz y abrumadora”.
Los comentarios de Mattis no fueron más allá de sus declaraciones previas expresando preocupación por Corea del Norte, aunque sí pareció dar un mayor tono de urgencia a la necesidad de resolver la crisis.
Aunque acusó al Norte de comportamiento de “forajido”, no mencionó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también ha subido el tono de sus declaraciones. Trump advirtió en agosto a Pyongyang que no hiciera más amenazas a Estados Unidos, y que si lo hacía encontraría “fuego y furia como el mundo no ha visto jamás”.
Trump llegó a la Casa Blanca declarando su compromiso con resolver el problema norcoreano y asegurando que tendría éxito donde sus predecesores habían fracasado. Su gobierno ha intentado presionar a Pyongyang con sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU y otros esfuerzos diplomáticos, pero Corea del Norte no ha cedido en su objetivo de conseguir un arsenal nuclear con misiles capaces de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Si Trump mantiene su promesa de impedir que Corea del Norte pueda amenazar a Estados Unidos con un ataque nuclear, algo tendrá que cambiar, ya sea un límite negociado a las ambiciones de Pyongyang o que Estados Unidos acepte a Corea del Norte como potencia nuclear.
La otra alternativa sería una acción militar estadounidense para tratar de neutralizar o eliminar los activos nucleares norcoreanos, una posibilidad que conllevaría riesgos para Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Fuente:EFE
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