Austin, Texas.- La comisión (concejo) de la ciudad de Brownsville (Texas) votó una resolución en contra de la construcción de un muro fronterizo en el municipio y en otras partes de esta región limítrofe con México del valle del río Bravo.
Según el documento, presentado por dos comisionados demócratas, la mayoría de los residentes de Brownsville se oponen al muro entre Estados Unidos y México y consideran que impacta negativamente a la tierra y el ecosistema de la zona.
“Esta es la voluntad y la voz de la gente, y, francamente, puedo entender por qué la gente está harta de Washington (DC) y de Austin porque simplemente no escuchan”, dijo el alcalde de Brownsville, Tony Martínez, según apuntó el medio local The Monitor.
La resolución también afirma que la muralla ya existente en esa zona ha afectado a los terratenientes al disminuir el valor de sus propiedades.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la semana pasada la Ley de Asignaciones del Departamento de Defensa, para destinar fondos a la seguridad nacional, entre los que se encuentran 1.600 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo con México, cantidad solicitada por la Casa Blanca para su edificación.
Su entrada en vigor requiere ahora la aprobación por parte del Senado.
La petición presupuestaria que hizo en mayo el presidente Donald Trump al Congreso ya incluía esos 1.600 millones de dólares para el muro, una cifra mucho menor a los 21.600 millones de dólares que el Departamento de Seguridad Nacional estima que costará el proyecto.
Dicho presupuesto contempla 32 millas (51,5 kilómetros) de nueva construcción de muro en el sector del valle del río Bravo (sur de Texas) y otras 28 millas (45 kilómetros) de verja en esa misma zona, a la orilla del peligroso afluente, por donde los inmigrantes tratan de cruzar en balsas o a nado.
“Un muro fronterizo obstaculizará el turismo, reducirá la seguridad económica de Brownsville y dificultará la relación comercial con México”, apuntó el comisionado César de León, según informaron medios locales.
En este sentido, el texto añade que varios parques naturales, como el Refugio de Vida Silvestre de Santa Ana o el Centro Nacional de Mariposas, conjuntamente con las especies que viven en ellos, se verían afectados por esta construcción.
“El muro adicional aumentará la presencia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), poniendo a nuestros vecinos en mayor riesgo de deportación, pérdida de empleo y destrucción de familias separando a los padres de los niños”, reza el escrito.
Los representantes locales señalaron que las cantidades que se prevén utilizar para el levantamiento del muro podrían ser destinadas para crear nuevas infraestructuras, educación de calidad o sistemas integrales de atención a la salud.
Autoridades de otra de las ciudades de Texas limítrofes con México, McAllen, también mostraron su disconformidad con el levantamiento del muro el mes pasado.
En este caso, su alcalde, Jim Darling, señaló que no está de acuerdo con la construcción de una muralla “gigante” a lo largo de la frontera en una misiva enviada al entonces secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, recientemente nombrado jefe de gabinete de la Casa Blanca.
“Estoy a favor de lo que la Patrulla Fronteriza considere más oportuno y, según entiendo, una combinación de métodos de seguridad, incluyendo muros virtuales y la capacidad de patrullar, es el mejor método para mejorar la seguridad fronteriza”, apuntó Darling en la carta.
Fuente:EFE
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