Washington.- Los ejecutivos se enfrentaron a presión por parte de los consumidores y al riesgo reputacional como resultado del furor suscitado por los eventos en Charlottesville
Los grupos de asesoría empresarial de alto nivel de Donald Trump se han desmoronado después de que los directores ejecutivos se retiraran en protesta ante el fracaso del presidente en claramente denunciar la violencia supremacista blanca durante el fin de semana en Charlottesville.
El presidente reaccionó ante la continuada controversia diciendo en Twitter que eliminaría tanto su consejo de fabricación y de empleos, como su foro de estrategia y de políticas “en vez de presionar a los empresarios” involucrados.
Cerca de una docena de ejecutivos en el foro de estrategia se unieron a una llamada el miércoles por la mañana programada por Stephen Schwarzman, el director ejecutivo de Blackstone, durante la cual una gran mayoría de los integrantes le comunicó que renunciarían al grupo si no se disolvía.
Ocho directores ejecutivos y otros líderes industriales del grupo de iniciativas de manufactura y de empleos ya habían dimitido antes del anuncio del presidente acerca de la disolución del consejo.
Los miembros del foro de estrategia emitieron una declaración diciendo que ellos, conjuntamente con el presidente, estaban disolviendo el grupo porque creían que su participación se había “convertido en una distracción de nuestro deseo bien intencionado y sincero de contribuir a las vitales discusiones políticas sobre cómo mejorar las vidas de los estadounidenses comunes”.
Pero algunos miembros del foro fueron mucho más francos en sus críticas del Sr. Trump.
Jamie Dimon, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, emitió una declaración a los empleados, diciendo: “Estoy en total desacuerdo con la reacción del presidente Trump ante los eventos que tuvieron lugar en Charlottesville durante los últimos días. El racismo, la intolerancia y la violencia siempre son inaceptables”.
Denise Morrison, directora ejecutiva de Campbell Soup, anunció su renuncia al consejo de fabricación unos minutos antes del tuit del Sr. Trump.
“El racismo y el asesinato son inequívocamente reprensibles y no son moralmente equivalentes a ninguna otra cosa que ocurrió en Charlottesville. Creo que el presidente debiera haber sido — y todavía debe ser — inequívoco en ese punto”, declaró la Sra. Morrison después de que el Sr. Trump reiterara el martes su afirmación de que ambos bandos en los enfrentamientos entre nacionalistas blancos y manifestantes antifascistas eran culpables.
Jeff Immelt, el presidente de General Electric, anunció su decisión de abandonar la iniciativa de fabricación tras el tuit del Sr. Trump, pero dijo en una declaración que él les había comunicado a otros miembros el miércoles por la mañana que había planeado renunciar, “dado el persistente tono de la discusión”.
Brian Krzanich, el director ejecutivo de Intel, renunció a la iniciativa de fabricación el lunes, con una entrada de blog claramente dirigida al Sr. Trump, aunque no mencionó su nombre: “Yo renuncié porque quiero progresar, mientras que muchos en Washington parecen estar más preocupados en atacar a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos”.
Los ejecutivos se encontraron bajo una creciente presión comercial para distanciarse del Sr. de Trump después de amenazas de boicots y de campañas en las redes sociales.
Los manifestantes entregaron una petición con más de 400,000 firmas en la sede de JPMorgan en Nueva York el miércoles pidiendo que el Sr. Dimon dejara el foro de política del Sr. Trump. También hubo protestas fuera de una sucursal de JPMorgan en Nueva Jersey.
“Las compañías tienden a pensar en sus consumidores y en sus accionistas primero”, comentó Scott Galloway, un profesor de marketing en la Universidad de Nueva York. “Cada director ejecutivo tiene que evaluar todas las variables al hacer el cálculo de quedarse o salirse. Y una de las variables que a menudo no se menciona es la variable de la propia conciencia de un director ejecutivo”.
El temor a las represalias que había persuadido a algunos a no oponerse al presidente también pareció haber menguado.
Kenneth Frazier, el director ejecutivo de Merck, fue el primero en dimitir de la iniciativa de fabricación el lunes, provocando dos críticos tuits por parte del Sr. Trump sobre los altos precios de los medicamentos. Pero mientras que tales ataques han frecuentemente resultado en turbulencia en relación con las acciones de una compañía, el precio de las acciones de Merck de hecho aumentó ese día.
Uno de los primeros en sentir presión para retirarse del grupo empresarial del Sr. Trump fue Travis Kalanick, el ex director ejecutivo de Uber, quien abandonó el foro de estrategia en febrero tras ser acusado de respaldar implícitamente la prohibición de viaje desde siete países de mayoría musulmana promovida por el presidente Trump.
Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla Motors, le siguió dimitiendo de ambos grupos asesores en junio debido a la decisión del presidente de retirar a EEUU del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Incluso después de las reacciones iniciales del presidente ante los eventos en Charlottesville, numerosos ejecutivos consideraron que era mejor permanecer involucrados.
La conferencia de prensa del Sr. Trump el martes por la tarde — la cual se celebró para discutir sus planes en materia de infraestructura, pero que terminó desviándose hacia la defensa de las “excelentes personas” que habían estado entre los manifestantes en Charlottesville — parece haber sido ‘la gota que derramó el vaso’ para muchos de los líderes empresariales .
Mientras tanto, Tim Cook, el director ejecutivo de Apple, quien no es miembro del consejo asesor del presidente, se unió al coro de críticas del Sr. Trump, advirtiendo que “el odio es un cáncer”. Apple donará US$1 millón tanto al Centro Sureño de Ley y Pobreza (SPLC, por sus siglas en inglés) como a la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), dos grupos sin fines de lucro que hacen campaña en contra de grupos de odio en EEUU y monitorean a sus miembros.
“Yo discrepo con el presidente en que existe una equivalencia moral entre los supremacistas blancos y los nazis y quienes se oponen a ellos defendiendo los derechos humanos”, escribió el Sr. Cook en un correo electrónico a los empleados de Apple el miércoles.
Además, Apple retiró el apoyo de un puñado de sitios de supremacía blanca que habían estado usando su servicio de pagos en línea, Apple Pay, para vender mercancía como camisetas y calcomanías con logotipos y eslóganes nazis.
La medida ocurrió de manera simultánea con acciones similares por parte de Visa, MasterCard y American Express.
Twitter, Facebook, Reddit y Spotify han cerrado todas las cuentas relacionadas con los nacionalistas blancos en los últimos días, mientras que Google, GoDaddy y Cloudflare se negaron a permitir que el sitio neonazi Daily Stormer usara sus servidores y otros servicios.
Fuente:Agencias
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