Un buque de guerra que lleva el nombre de un soldado de origen mexicano que murió en combate y salvó la vida de sus compañeros, entró formalmente en servicio este sábado tras una emotiva ceremonia en una base naval de Coronado, California.
El USS Rafael Peralta rinde homenaje al soldado del mismo nombre que emigró con su familia de México a San Diego, California, y se enroló en las Fuerzas Armadas el mismo día que obtuvo su residencia legal permanente.
Robert Neller, comandante del Cuerpo de Infantería de la Marina de Estados Unidos, señaló durante un acto este sábado, que el nombramiento de este buque de guerra es "una conmemoración a una vida y a la inmortalidad de un héroe".
"El legado del sargento Peralta y su historia siempre formarán parte de esta embarcación, todo lo que él siempre quiso fue ser un norteamericano, servir a su país", dijo.
El oficial brindó un discurso ante más de 2,000 personas reunidas en la base Naval Air Station North Island, entre ellos congresistas y funcionarios locales.
El sargento Rafael Peralta murió en noviembre de 2004 durante un operativo en Irak, en el que cubrió con su cuerpo una granada para salvar la vida de sus compañeros.
Este sacrificio lo hizo acreedor en 2015 a la Cruz Marina que le fue entregada a la familia en una ceremonia en la base militar de Camp Pendleton.
Hubo voces que solicitaron se le entregara el máximo mérito de la Medalla de Honor, aunque la petición fue negada en 2008 dado que entre las autoridades militares surgieron dudas sobre si el soldado estaba consciente al momento de cubrir con su cuerpo el alcance que podía alcanzar el explosivo.
La solicitud vuelve a estar sobre la mesa y durante su alocución este sábado el excongresista Duncan Hunter, quien acudió en representación de su hijo, el congresista Duncan D. Hunter, aseguró que la lucha por la Medalla de Honor "no ha terminado" y que han solicitado al Departamento de Defensa que se vuelva a analizar el caso.
Rosa María Peralta, madre del sargento y quien estuvo acompañada de sus hijos Ricardo, Icela y Karen Sarahí, fue la encargada de "dar vida" a la embarcación al llamar a bordo a sus decenas de tripulantes.
"Todas las personas que están en ese barco tienen la fuerza de mi hijo y tienen un poco del espíritu que él tuvo y que tiene, él tiene, él no ha muerto, para mí él vive en ese barco y con cada uno de esos muchachos", dijo a Efe la madre del sargento hispano poco antes de la ceremonia.
El buque de guerra, un destructor Arleigh Burke, portará la leyenda "Valiente Hasta el Final".
La madre del sargento donó la Cruz de la Marina, el uniforme y un águila de su hijo para que acompañen a los más de 300 tripulantes de la embarcación.
Fuente:EFE
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