El presidente Donald Trump enfatizó el miércoles ante el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, que Moscú tiene que hacer más para frenar al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, y a Irán para trabajar hacia una salida al conflicto en Siria. Pero no hablaron de la destitución de James Comey o de la supuesta interferencia rusa en las
Según un comunicado divulgado por la Casa Blanca tras el encuentro de Trump y Lavrov, el mandatario estadounidense expresó, además, su "deseo de construir una mejor relación" entre los dos países.
La reunión entre Trump y el canciller Serguei Lavrov fue al día siguiente de la destitución del director del FBI, quien supervisaba la investigación sobre la injerencia rusa en la campaña electoral del 2016. No obstante, se informó que el tema no fue parte de la discusión.
Lavrov llegó a la Casa Blanca y entró por la entrada exclusiva del Ala Occidental, fuera del alcance de los periodistas.
Antes de ir a la mansión presidencial, Lavrov se reunió en el Departamento de Estado con el secretario Rex Tillerson, quien calificó el encuentro como una oportunidad para que los dos puedan “continuar nuestro diálogo” que iniciaron el mes pasado en Moscú. En ese viaje, Tillerson dijo que las relaciones con Rusia estaban mal y necesitaban ser reparadas.
El plan de Rusia de estabilizar la situación en Siria tras seis años de guerra civil era el tema de máxima prioridad en el encuentro Trump-Lavrov.
Pero será imposible separar la reunión del creciente drama en Washington, donde el FBI y diversas comisiones del Congreso investigan denuncias de que Rusia ayudó a la campaña de Trump a ganar las elecciones.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han llegado a la conclusión de que Moscú interfirió en las elecciones para ayudar a Trump.
Putin pidió a Trump recibir a Lavrov cuando los dos jefes de estado hablaron por teléfono la semana pasada, dijo una fuente oficial que pidió no ser identificada.
Frente a los fotógrafos junto con Tillerson, Lavrov reaccionó con sarcasmo al ser preguntado sobre el despido de Comey.
El canciller respondió: "¿Fue despedido? Están bromeando, seguro están bromeando". Seguidamente agitó la mano en señal de menosprecio y salió del lugar junto con Tillerson.
Menos de un mes después de asumir la presidencia, Trump destituyó a su asesor de seguridad nacional Michael Flynn, al determinar que engañó a funcionarios del gobierno sobre sus conversaciones con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, antes de la toma de posesión.
Fuente:EFE
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