Observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y del Consejo de Europa consideraron hoy que el referéndum celebrado ayer en Turquía no cumplió con los estándares democráticos mínimos, mientras el principal partido opositor del país euroasiático anunció que pedirá la anulación de la consulta ciudadana.
"El campo de juego no estaba nivelado", dijo la jefa de la misión de la OSCE, Tana de Zulueta, mientras el líder del equipo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Cezar Florin Pred, dijo que "el referendo no cumplió con las normas del Consejo" y que los campos del sí y del no "no tuvieron las mismas oportunidades".
Sin embargo, los portavoces de la misión -que emitirá su informe final recién dentro de ocho semanas-, rehusaron pronunciarse sobre si el resultado debe considerarse válido o no.
"Está fuera de nuestro mandato decir cuál podría haber sido el resultado sin los defectos observados. Eso lo deberá juzgar la historia", señaló De Zulueta.
La controvertida consulta realizada ayer, que dio un 51,4% de votos al "Si" a la reforma constitucional y otorga más poderes al presidente, Recep Tayyip Erdogan, desató una ola de reacciones en Europa y dentro del país euroasiático.
Los cancilleres europeos debatirán sobre el futuro de la relación con Turquía en un encuentro previsto para los días 28 y 29 de abril en Malta, un cónclave que tendrá agenda abierta y en el que -precisan fuentes cercanas a la alta representante del bloque para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini- , se pueden perfilar propuestas más concretas.
Si bien hay hay varias voces europeas que propician romper con Turquía, por ahora -y pese a la crisis desatada por el referéndum- parece poco probable una respuesta diplomática brusca.
Alemania, Francia y Grecia marcan el tono comunitario ante los excesos de Ankara, pero ninguno de los tres parece respaldar la idea de dar un portazo a Erdogan.
Hoy la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "el ajustado resultado demuestra cuán dividida está la sociedad turca" e instó a Ankara a mantener "un diálogo respetuoso con toda la sociedad", según un comunicado suscrito con su ministro de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel.
Paralelamente, el líder de los socialistas en la Eurocámara, Gianni Pittella, pidió a los países del bloque que pongan en marcha "todas las medidas necesarias para suspender" las negociaciones de adhesión con Turquía, y dijo que Europa "no puede permanecer en silencio" ante la situación del país.
El político italiano señaló, a través de un comunicado, las "muchas irregularidades...que pueden proyectar una sombra sobre el resultado final".
En tanto, Bulent Tezcan, vicepresidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal formación opositora turca, dijo que la validez del resultado está "ensombrecida" por las "amplias" irregularidades registradas en la votación, y que la formación no descarta llevar su petición al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) si es necesario, según informaron las agencias de noticias EFE y DPA.
Tezcan agregó que su partido ha recibido reclamos desde diversas regiones del país en las que los electores denuncian que no pudieron votar con privacidad, mientras que el recuento de votos -que debía realizarse en forma transparente- se realizó en secreto.
La decisión de la Comisión Superior Electoral (CSE) de aceptar en el recuento boletas no previamente selladas por el equipo de la mesa electoral abre la puerta a las "manipulaciones", señaló el político, que calificó el hecho como "ilegal", pues "se pueden traer votos de fuera".
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