Envuelta en el caos interno y con conatos de violencia en las calles, pese al impresionante operativo policial dispuesto por las autoridades locales, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) abrió hoy su congreso en la ciudad de Colonia.
La presidenta del partido, Frauke Petry, inauguró los dos días de sesiones con considerable retraso, debido a que no todos entre los 600 delegados lograron llegar a tiempo al hotel donde se celebra, cerrado al tráfico en un amplio perímetro de seguridad.
Mientras el partido busca un rumbo ante los comicios que espera le den acceso al Bundestag (cámara baja), en las calles de Colonia se produjeron altercados entre grupos de izquierdistas y el contingente policial, integrado por unos 4.000 agentes.
Varias horas antes de la apertura del congreso ya se habían producido algunas detenciones de manifestantes que intentaban aproximarse al hotel donde se celebra el congreso, informó la agencia EFE.
En el barrio de Deutz, en la orilla opuesta del Rin, la policía cercó a unas cien personas, después de que grupos de manifestantes prendieran fuego a las llantas de un coche.
Un policía resultó herido al evitar la agresión en contra de un delegado que fue atacado por un manifestante con una madera.
Hay unas ocho convocatorias de protestas de diverso signo contra la AfD, la principal de las cuales tendrá lugar en una plaza cercana a otra donde se espera a decenas de miles de manifestantes.
A esa concentración está prevista la asistencia de la alcaldesa Henriette Reker; de la jefa del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia, la socialdemócrata Hannelore Kraft, y el líder los Verdes, Cem Özdemir.
Petry, el rostro más mediático de la formación, chocó en los últimos meses con el ala más radical de la AfD que apoya a un cabecilla regional, Bjorn Hocke, contra el que se abrió un expediente de expulsión.
El ganador de este enfrentamiento podría ser el vicepresidente Alexander Gauland, un veterano de 76 años más cercano a Hocke que a Petry, que tal vez se convierta en cabeza de lista del AfD como compañero de fórmula de Alice Weidel, una joven asesora empresarial de 38 años.
Los cismas internos han debilitado a la AfD, a la que ahora los sondeos pronostican de cara a las generales de septiembre un 8 o un 9%, frente al 11 o hasta el 13% que se le auguraba unos meses atrás.
Sin embargo, se considera que sigue teniendo asegurado el acceso al Bundestag, lo que en toda la historia no logró ninguna formación ultraderechista, ya que nunca superaron el listón mínimo del 5%.
Fuente:Tèlam
No hay comentarios.:
Publicar un comentario