Bandarero, Kenia.- Loko Kalicha Junno dice que recorrió senderos durante una semana para impedir que sus 10 cabezas de ganado murieran de sed y hambre, pero todo fue en vano.
Ahora, en uno de los últimos abrevaderos en esta aldea remota, Junno teme por ella misma.
"Si esta agua se acaba, voy a morir", dijo la mujer de 64 años, madre de cuatro.
Los restos de ganado en diversas etapas de descomposición están dispersos en esta tierra abrasada. Los buitres esperan pacientemente a que se retiren las personas de las cercanías.
Kenia ha declarado que la sequía afecta a casi la mitad de sus condados en lo que es un desastre nacional.
Para garantizar la sobrevivencia de sus hijos, Junno ha recurrido a la venta de té a otros pastores, algunos incluso de la vecina Etiopía, que al igual que ella han recorrido grandes distancias hasta los abrevaderos restante.
Los precios del ganado se han desplomado porque los compradores aprovechan la desesperación de los pastores.
Una vaca que solía venderse en un equivalente a 150 dólares o más ahora alcanza un precio de 20 dólares, y una cabra que costaba 35 dólares ahora está en dos dólares.
El condado Marsabit figura entre los 10 condados más afectados por la sequía que afecta a Kenia y otras latitudes.
Hay informaciones de que en algunas zonas han ocurrido enfrentamientos intercomunitarios e invasiones de tierra, debido a que los pastores amplían su búsqueda de agua, que es cada vez más escasa.
Fuente:AP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario