La ONU advirtió que de comprobarse el uso de armas químicas en la ciudad iraquí de Mosul, esa práctica sería considerada un crimen de guerra y una violación del derecho internacional humanitario.
“Es horrible”, dijo la coordinadora humanitaria en Irak, Lise Grande. “Si se confirma el uso de armas químicas, se trata de una violación grave del derecho internacional humanitario y un crimen de guerra, más allá del objetivo o las víctimas de los ataques”, explicó.
Las declaraciones de Grande se producen un día después de que se informara que se habían empleado armas químicas en los combates en Mosul, la segunda ciudad de Irak y el último bastión del Estado Islámico en el país árabe.
La Cruz Roja informó el viernes que siete pacientes presentaban síntomas de haber sido expuestos a un agente químico tóxico y estaban siendo atendidos en un hospital próximo a Mosul.
Ante este suceso, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recordó en un comunicado que el uso de armas químicas está “absolutamente prohibido por el derecho internacional humanitario”.
Por el momento se desconoce quiénes son los responsables. Grande pidió responsabilidad a las partes y que se garantice y asegure el acceso a los investigadores para que indaguen sobre el supuesto ataque.
El 19 de febrero, las fuerzas iraquíes con el respaldo de Estados Unidos, emprendieron una ofensiva para recuperar Mosul, en el norte de Irak.
El ataque
Una familia iraquí había sufrido un duro revés tras ser atacada con armas químicas, lanzadas supuestamente por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en la parte oriental y liberada de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
“Me sentí asfixiada y no podía respirar”, cuenta Ejlas, madre de cinco hijos, hospitalizada con ellos en el centro médico de Rozhawa, en el oeste de la capital de la región del Kurdistán, Erbil.
La mujer, de 39 años, recuerda lo que pasó cuando se encontraba en su casa con sus cinco niños, de edades comprendidas entre el mes y medio y los 11 años.
Un proyectil golpeó su casa y la dejó casi destruida y, sobre todo, con “un olor insoportable”, relató Ejlas mientras sostiene en sus brazos a su bebé, de 45 días, en una habitación del hospital.
En el cuarto, junto a la madre y su lactante, yacen dormidos tres de sus hijos en camas separadas, mientras dos médicos de la Cruz Roja les cuidan.
Solo su hija Dima, de tres años, se encuentra instalada en otra habitación debido a su estado más grave, ya que apenas puede abrir los ojos de la hinchazón.
El director del hospital, Lauand Serdar, aseguró que la familia fue atacada “con armas químicas” y que esta es “la primera vez” que reciben un caso similar.
Fuente:Externa
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