Washington.- Los agentes de inmigración detuvieron la semana pasada a 680 inmigrantes en la primera tanda de redadas de la presidencia de Donald Trump, informó este lunes el Gobierno, que defendió que las operaciones se centraron en individuos que supusieran “amenazas a la seguridad pública”.
El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, dio la cifra de detenidos en un comunicado, y subrayó que “aproximadamente el 75 por ciento” de los 680 eran “inmigrantes criminales”.
Esos “criminales” estaban “condenados por distintos delitos, entre ellos el homicidio, el abuso sexual con agravantes, el asalto sexual a un menor, los actos lascivos o indecentes hacia un menor, el narcotráfico, agresión física, asalto, manejar bajo la influencia del alcohol y cargos relacionados con armas”, afirmó Kelly.
“Estas operaciones se dirigieron a (detener a individuos que representaran) amenazas a la seguridad pública, como inmigrantes criminales con sentencias en su contra y miembros de bandas criminales”, subrayó Kelly.
Además, las operaciones buscaban detener a “individuos que han violado las leyes de inmigración de nuestro país, incluidos los que volvieron a entrar ilegalmente al país después de ser expulsados y a fugitivos a los que jueces federales de tribunales migratorios habían ordenado deportar”, agregó.
Los más de 680 detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) “presentaban una amenaza a la seguridad pública, la seguridad fronteriza o la integridad del sistema migratorio de EEUU”, insistió el jefe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Kelly insistió en que ICE, una agencia que depende de su Departamento, lleva “muchos años” desplegando “de forma regular” ese tipo de redadas.
Añadió que Trump ha instruido a sus agencias a “centrarse en deportar a inmigrantes indocumentados que han violado las leyes de inmigración, con un enfoque específico en los que presenten amenazas a la seguridad pública”.
Fuente:Agencias
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