Florida.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que la próxima semana presentará una nueva orden ejecutiva sobre inmigrantes y refugiados, y que iniciará “pronto” la construcción de un muro en la frontera con México.
En un acto con espíritu de mitin de campaña ofrecido esta tarde en un hangar del Aeropuerto Internacional Orlando Melbourne, al que según la Policía local se dieron cita unos 9.000 simpatizantes, el mandatario criticó la orden de un juez federal que suspendió la orden ejecutiva que firmó el pasado enero.
“Nosotros no nos rendimos, vamos a hacer algo esta semana con lo que creo que vais a estar impresionados. Tenemos que mantener seguro nuestro país”, afirmó, tras anunciar que la próxima semana firmaría una nueva orden ejecutiva en esta materia.
Donald Trump emitió un decreto el pasado 27 enero que cerraba temporalmente las puertas a los refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes, y suspendía la acogida de refugiados durante 120 días para examinar los mecanismos de aceptación.
Sobre la tarima, el mandatario defendió la necesidad de la medida, y hasta leyó parte del decreto para explicar que su motivación se basó en “protección y seguridad”.
En un discurso que se extendió por 45 minutos y que poco antes de celebrarse dijo que apelaría a la unidad de Estados Unidos, Donald Trump sin embargo no se guardó munición para criticar a los medios de comunicación, los “enemigos de Estados Unidos”, como escribió en un mensaje de Twitter esta semana y de quienes hoy dijo son “parte del sistema corrupto”.
“Vamos a seguir ganando, ganando, ganando”, aseveró Donald Trump, poco después de criticar la “agenda” de los medios de comunicación, con quienes sostuvo una accidentada rueda de prensa esta semana en Washington.
En el aeropuerto de esta localidad costera de Florida, el mandatario anunció que en “un par de semanas” presentaría “un gran plan de salud que va a tomar el lugar del desastroso Obamacare”, la Ley de Cuidado Asequible de la Salud (ACA) que promulgó el anterior presidente, Barack Obama*.
Tal como hizo durante la pasada campaña electoral, volvió a los tópicos habituales, entre ellos el “gran muro en la frontera” con México, sobre el que dijo que empezará a construirse “muy pronto”, así como “destruir a los cárteles de droga” que opera en Estados Unidos.
Prometió devolver al trabajo a los mineros, lograr “tremendos acuerdos comerciales en todo el mundo” y, en lo que es una posición más suave respecto a sus pasadas críticas a la OTAN, se declaró “un fan” de esta alianza transatlántica, aunque criticó que muchos de los “países ricos no están pagando sus cuentas”.
En el mitin, en el que también habló brevemente la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, el presidente estadounidense prometió crear zonas de seguridad en Siria y en otros países de Oriente Medio para las personas que huyen de los conflictos, y aseguró que las pagarán los países del Golfo Pérsico.
Argumentó que estas zonas de seguridad evitarían tener que recibir en Estados Unidos a “decenas de miles de personas” de las que “no sabemos nada”.
Entre gritos de aprobación de sus seguidores, que remitieron a la pasada campaña electoral, el acto tuvo todo los ingredientes de un evento con la marca del presidente, aunque en esta ocasión contó con un invitado surgido de la improvisación, lo que es también, de algún modo, otro sello Trump.
Gene Huber, un seguidor del presidente y que estuvo haciendo fila en la entrada del recinto desde la madrugada, subió a la tarima por invitación de Donald Trump y proclamó que sabía que el mandatario haría lo que prometió en campaña, “por nosotros”.
Poco antes de arribar a bordo del Air Force One a la sede del mitin, procedente de West Palm Beach, Donald Trump reveló a los periodistas del pool presidencial que este domingo se entrevistará con cuatro posibles candidatos al puesto de asesor para la Seguridad Nacional.
“Tomaré una decisión en los próximos dos días”, agregó, sobre el designado a la nominación para este puesto, vacante tras la dimisión del general Michael Flynn por sus conversaciones con el embajador ruso en Estados Unidos.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, adelantó horas antes desde Mar-a-Lago, en donde el presidente pasa el fin de semana, que Trump sostendrá entrevistas con el general y estratega militar H.R. McMaster, el ex embajador de las Naciones Unidas John Bolton, el consejero de Seguridad Nacional Keith Kellogg, y el vicegeneral Robert Caslen.
El presidente pasa su tercer fin de semana consecutivo en el club social Mar-a-Lago, en Palm Beach, una gran propiedad en primera línea de playa a la que ha dado el nombre de “Casa Blanca de invierno”.
Trump llegó a esta localidad del sur de Florida este viernes, procedente de Carolina del Sur, donde visitó una planta de la empresa aeronáutica Boeing.
Fuente: EFE
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