Nueva York.- La fiscalía del distrito de El Bronx, acusó a los dominicanos Joel Hernández de 23 años de edad, Jenny Gutiérrez (22) y Héctor Quezada (23), de asesinato en primer grado y asalto en pandilla, tras la muerte del boricua Donell Soto, a quien dieron una brutal paliza, frente al restaurante dominicano “La Parrilla Latina Steak House” situada en la avenida Kingsbridge y murió días después en un hospital de ese condado.
La convicción de asesinato en primer grado, conlleva una sentencia de cadena perpetua.
La fiscal Darcel D. Clark, confirmó las acusaciones contra el trío, mientras José Méndez de 20 años, hombre fue detenido como cuarto acusado en relación al incidente.
El pleito, se originó el 2 de octubre y los acusados alegan que Soto, había empujado una mujer, por lo que el grupo, que era de más de 10 agresores, le fueron encima para supuestamente defender a la agredida.
“Esto fue justicia de la calle en su expresión más brutal: se alega que la víctima empujó a una mujer durante una discusión y en respuesta, los acusados le infligieron traumas severos en su cabeza”, dijo la fiscal Clark en un comunicado.
Gutiérrez y Hernández fueron instruidos de los nuevos cargos el martes, en la Corte Suprema Estatal de El Bronx y el juez Eugene Olivier les impuso una fianza de $100.000 dólares a cada uno.
Se desconoce si una mujer que aparece en el video de seguridad, atacando fieramente a Soto, es Jenny.
Quezada, fue acusado ayer miércoles y el juez William Mogulescu, le fijó fianza en $50.000 dólares.
Los tres acusados que residen en el Alto Manhattan, serán presentados otra vez en la corte el 23 de enero de 2017.
La fiscal dijo que según la investigación de la policía, en la madrugada del domingo 2 de octubre, Donell Soto discutió con un grupo al salir del restaurante dominicano.
Dijo que según versiones de testigos, Soto le habría dado un empujón a Gutiérrez, por lo que Quezada lo contraatacó con un puñetazo en la cara, Hernández y otros comenzaron a golpearlo y a patearlo.
Soto fue declarado oficialmente muerto el 4 de octubre en el hospital Saint Barnabas de El Bronx, donde fue diagnosticado con muerte cerebral, mientras estaba conectado a una máquina de respiración artificial, y posteriormente fue desconectado por decisión de sus familiares.
Un día después, la policía envió imágenes de otros tres supuestos participantes en la paliza a Soto, pero la fiscal Clark dijo que siguen prófugos.
Fuente:AP
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