sábado, 8 de octubre de 2016

Matthew se cobra diez vidas y deja millones sin luz en el sureste de EE.UU.

Atlanta.- El huracán Matthew, aunque debilitado, continúa hoy su devastador paso por la costa sureste de EE.UU. tras tocar tierra en Carolina del Sur, en un recorrido que ha generado inundaciones, cortes de luz y hasta el momento diez muertos.

De acuerdo a informaciones de autoridades locales, Matthew contabiliza ya diez muertes, cuatro en Florida, tres en Georgia y otras tres en Carolina del Norte, ésta última a la espera del arribo del ciclón a sus costas a partir de esta noche, si bien sus efectos ya se dejan sentir. Conforme el sistema avanza hacia el norte, a 12 millas (19 km/h) de velocidad de traslación, la cifra de hogares y negocios sin energía se incrementa, cifrándose hasta el momento en cerca de 2 millones los inmuebles que se hallan a oscuras.

La noche del viernes, luego de abandonar la costas noreste de Florida, en donde hasta el momento poco más 700.000 clientes se hallan sin suministro eléctrico, Matthew prosiguió su ruta frente a las costas de Georgia, cuyas secuelas se notan en árboles y postes de tendido eléctrico caídos entre Brunswick y Savannah.

El huracán de categoría 1, y que de acuerdo al último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos presenta vientos máximos sostenidos de 75 millas por hora (120 km/h), ha dejado a oscuras a 370.000 residentes de Georgia, sumando a los clientes de las compañías Georgia Power y Georgia EMC.

Autoridades de Georgia han reportado hoy tres decesos por los efectos de Matthew, dos ocurridos en el condado Bulloch, y otro reportado por la Policía Metropolitana de Savannah-Chatham, que estima que la muerte pudo deberse a la caída de un árbol en la vivienda de la víctima.

En Tybee Island, las inundaciones a causa de la marejada alcanzaron el registro histórico de 12,5 pies (3,8 metros), superando los 12,2 pies (3,7 metros) del año 1979, cuando fue castigada por el huracán David, informó la Agencia para el Manejo de Desastres del Condado Chatham, que mantiene vigente un toque de queda en esta región.

Según señaló hoy en una rueda de prensa el gobernador de Georgia, Nathan Deal, unas 500.000 personas evacuaron las zonas costeras ante la amenaza que suponía Matthew, y a las que les urgió no apresurarse a regresar a sus casas.

El ojo del huracán tocó tierra esta mañana en el sureste de la pequeña localidad de McClellanville, en Carolina del Sur, que a estas horas es azotada con fuertes lluvias y vientos, además de registrar poderosas inundaciones por la marejada ciclónica.

En Charleston, la principal ciudad de este estado, más de 80 calles se hallan cerradas por efecto de las inundaciones y de los árboles o postes de luz caídos, según declaró su alcalde John Tecklenburg en una entrevista televisiva, en la que advirtió de un incremento de las inundaciones a lo largo del día.

La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, informó que más de 437.000 hogares y comercios se encuentran sin electricidad por efectos del huracán, que ingresó al estado con categoría 2 y ha obligado a la evacuación de más de 355,000 personas. Se predice que la lluvia acumulada a causa de Matthew podría alcanzar entre las 8 y 12 pulgadas (20 y 30 centímetros) en las dos Carolinas, en la costa atlántica estadounidense, con acumulación de hasta 15 pulgadas (38 centímetros) en puntos aislados.

El CNH, con sede en Miami (EE.UU.), prevé un debilitamiento del ciclón en las próximas 48 horas, aunque permanecerá con “fuerza de huracán mientras su centro pasa cerca de las costas de Carolina del Sur y Carolina del Norte”.

Florida por su parte retomó hoy las labores de recogida de árboles caídos y restauración del tendido eléctrico tras el devastador paso del huracán, que dejó 4 personas muertas, una en el condado Volusia, otra en el condado Putnam y dos más en Saint Lucie, a 120 millas al sur de Orlando.

En la histórica San Agustín, la ciudad más antigua de EE.UU., fundada en 1565 por el español Pedro Menéndez de Avilés, se registraron poderosas inundaciones por el paso de Matthew, que dejó comercios y viviendas dañadas por las aguas, árboles caídos y olor a humedad y podredumbre. Su población, tras observar este viernes ríos de agua por la zona colonial, salió hoy a las calles y comprobaron con alivio que los daños fueron menores de lo esperado. Y es que, aunque con fatalidades de que lamentar, y numerosos cortes de luz y daños en infraestructuras, el saldo provisional en el sureste de EE.UU. no se puede comparar con los efectos que el huracán Matthew ha desatado en Haití.

Según el último balance provisional dado a conocer por la oficina de Protección Civil de este país caribeño, el huracán dejó 336 muertos, cuatro desaparecidos, 211 heridos y 61.537 personas en albergues.

Fuentes de organismos de socorro y autoridades locales aseguraban ayer que las víctimas mortales sobrepasan los 800. Matthew se dirige hacia la costa de Carolina del Norte, en donde según el gobernador estatal, Pat McCrory, se han registrado ya tres decesos, uno en el condado Samson y otros dos en el condado Bladen, luego de que un vehículo cayera en el agua. En una rueda de prensa ofrecida esta tarde, McCrory urgió a la población a mantenerse lejos de las autopistas y a buen recaudo en hogares y refugios. “Esta es una verdaderamente seria y mortal tormenta”, advirtió. 
Fuente:EFE

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