Ascoli Piceno.- Italia declaró el sábado un día de duelo nacional por las 291 personas que murieron en un terremoto que devastó el centro del país esta semana y llevó a cabo un funeral de Estado en el que participaron los familiares de algunas de las víctimas.
Entre los 35 ataúdes colocados en un pabellón deportivo estaban los féretros que contenían los restos de un bebé de 18 meses y una niña de nueve años, dos de los 21 menores que fallecieron cuando el sismo sacudió el centro de Italia el miércoles.
"No tengan miedo de expresar su dolor, hemos visto mucho sufrimiento. Pero les pido que no pierdan el coraje", dijo el arzobispo Giovanni D'Ercole en una homilía en el recinto, a la que asistieron familiares y destacados políticos.
"Sólo unidos podemos reconstruir nuestros hogares e iglesias. Sobre todo, juntos podemos devolverle la vida a nuestras comunidades", dijo frente a un crucifijo lleno de polvo que fue recuperado de una de las decenas de iglesias devastadas por el temblor.
Incluso mientras se desarrollaba la misa, rescatistas seguían buscando entre los escombros en una de las ciudades más afectadas por el sismo, Amatrice, aunque reconocieron que tenían pocas esperanzas de hallar más sobrevivientes tras el peor terremoto en Italia en siete años.
Otros nueve cuerpos fueron recuperados en la ciudad el sábado, incluyendo tres que fueron rescatados durante la noche de un hotel, con lo que la cifra de muertos sólo en Amatrice aumentó a 230, entre residentes y turistas.
Autoridades dijeron que 387 personas seguían hospitalizadas, y que un paciente estaba a punto de fallecer a causa de sus lesiones.
Los familiares de las víctimas se sentaron en sillas junto a los ataúdes de sus seres queridos o en el piso, con los brazos descansando en los féretros, que fueron cubiertos de flores. Algunos de los asistentes llevaban fotografías de sus familiares fallecidos.
A medida que los nombres de las víctimas eran mencionados, cientos de personas afuera del recinto aplaudían en señal de solidaridad con las familias.
La víctima más joven tenía cinco meses y las más anciana 93 años. Entre los extranjeros que murieron en el sismo se encuentran seis rumanos, tres británicos, una española, un canadiense y un albanés.
La mayoría de edificios en la zona del desastre no tenían protección anti sísmica, pero incluso algunos que si la tenían, incluida una escuela en Amatrice que fue remodelada en 2012, se derrumbaron.
En tanto, las réplicas continuaban en la zona y la más fuerte que se registró alcanzó una magnitud de 4,2. El instituto geológico de Italia dijo que unas 1.350 réplicas han sacudido la zona desde el terremoto de magnitud 6,2 del miércoles.
Fuente:AP
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