En Cuba propuso borrar las marcas de la Guerra Fría y en Argentina esperan la admisión del cuestionado papel de Estados Unidos en el golpe militar de hace 40 años: el presidente Barack Obama busca cerrar las viejas heridas con América Latina en su viaje de norte a sur.
El mandatario estadounidense dejó La Habana pidiendo por más libertad y democracia, con el presidente Raúl Castro como interlocutor en lo que constituyó un hito histórico para los dos grandes enemigos de la región desde el inicio de la revolución cubana en 1959.
"Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría. Vine aquí extendiendo la mano de la amistad al pueblo cubano", afirmó Obama en el último día de su visita a la isla comunista antes de partir hacia Argentina.
En Buenos Aires, el gobierno del presidente Mauricio Macri lo espera con una agenda cargada de eventos protocolares, incluido un homenaje a las víctimas de la última dictadura (1976-83) en un parque de la ciudad, con la seguridad reforzada luego de los ataques perpetrados en Bélgica.
Después de 11 años, ésta es la primera visita de un presidente estadounidense tras el portazo que recibió George W. Bush en 2005 durante la Cumbre de las Américas.
En esta cumbre naufragó el Tratado de Libre Comercio (ALCA) que impulsaba Washington y al que no cedieron el entonces anfitrión Néstor Kirchner ni el venezolano Hugo Chávez, ambos fallecidos en 2010 y 2013, respectivamente.
En esta oportunidad la polémica ha girado en torno a la fecha de su visita, puesto que el 24 de marzo los argentinos conmemoran 40 años del golpe militar que inició un sangriento régimen, apoyado en su momento por la inteligencia estadounidense.
"No hay duda de que hubo participación de Estados Unidos, la Escuela de las Américas fue iniciativa americana, la injerencia de (Henry) Kissinger y la política de (Gerald) Ford en el caso chileno es el más conocido", precisó el viernes el secretario gubernamental de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
Antes de su arribo a Buenos Aires en las primeras horas del miércoles, el gobierno de Obama empezó a limar asperezas al anunciar la próxima desclasificación de archivos de inteligencia y de las fuerzas armadas relacionadas con este oscuro capítulo de la historia argentina, recibido como un gesto positivo.
- Entre archivos y palabras -
La expectativa de la visita de dos días de Obama gira en torno a esos archivos, que organismos de derechos humanos creen que develen claves sobre el destino de miles de desaparecidos, incluso de bebés robados.
Los argentinos aprueban la visita al país sudamericano, según cuatro sondeos que también revelaron la división frente al golpe militar de hace 40 años: 58% no quiere que el visitante se refiera a la dictadura, a horas de que se realicen marchas masivas para conmemorar la fecha.
"Lo que aparentemente es una mera coincidencia cronológica con la conmemoración del golpe de estado y la llegada de Obama al país, plantea en carne viva y trae de nuevo al debate estas cuestiones", dijo a la AFP la historiadora especializada en la dictadura Silvina Jensen.
Jensen dijo que así como está probada la acción de Estados Unidos en el golpe, también fue crucial que el entonces presidente Jimmy Carter en 1979 lograra que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomara testimonio en Argentina a familiares de secuestrados.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo no descartan que los documentos ayuden a hallar más casos de bebés robados. Hasta ahora hallaron a 119 nietos.
"Creo que el gesto de la visita del presidente Obama es muy importante para nosotros porque muestra el interés y la prioridad que la administración de EEUU ha puesto en la gestión del presidente Mauricio Macri", que asumió el 10 de diciembre, dijo la canciller Susana Malcorra.
Fuente:AFP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario