Phoenix, Arizona.- Con numerosas interrupciones y acalorados ataques, los aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos Marco Rubio y Ted Cruz sacaron los guantes contra el empresario Donald Trump durante un debate presidencial en Houston.
Durante los primeros minutos del debate, Rubio acusó a Trump de haber pagado multas por contratar a mano de obra "ilegal" — utilizando un término repudiado por grupos proinmigración para referirse a migrantes sin permiso de residencia.
Trump, un multimillonario empresario conocido por su estilo informal para debatir, se defendió de inmediato interrumpiendo al senador por Florida.
"Soy el único en este escenario que ha contratado personas," dijo Trump. Rubio no abandonó su argumento y siguió insistiendo.
En su turno de palabra, el senador por Texas Ted Cruz reforzó las acusaciones de su rival para la nominación republicana.
"Un tribunal federal declaró que Trump era culpable de contratar gente ilegalmente y tuvo que pagar una multa de un millón de dólares" dijo Cruz.
Esta fue la primera vez en casi una decena de debates en que ambos senadores, hijos de inmigrantes cubanos, aprovecharon todas sus oportunidades para arremeter contra el magnate inmobiliario, que lidera la contienda.
El debate televisado por primera vez a una audiencia hispanohablante por Telemundo en alianza con CNN, llega a escasos días de las primarias del Súper Martes, el próximo 1 de marzo, fecha clave en la que votarán 11 estados.
"Rubio llegó preparado para ir contra Trump", dijo Stephen Nuño, analista político del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte de Arizona. "Este fue el primer debate en que todos sabían que tenían que atacar a Trump o no lograrán ganar después del martes".
Ninguno de los tres principales aspirantes a convertirse en el candidato republicano a la presidencia modificó sus posturas contra la inmigración ilegal pese a tener ante sí una audiencia latina y estar en Texas, un estado con un 19% de hispanos, apuntó Nuño.
De hecho todos se centraron en demostrar quién es el más duro contra la inmigración ilegal.
Rubio aseguró que si sale elegido una de sus primeras acciones será rescindir la orden ejecutiva del presidente Barack Obama, conocida como DACA, que da protección temporal contra la deportación a los jóvenes que llegaron ilegalmente al país cuando eran menores de edad.
"Es una orden ejecutiva que contraviene a la Constitución", dijo Rubio. "Por más compasivos que seamos no podemos contravenir la constitución de Estados Unidos", agregó.
Tanto Rubio y Cruz como Trump, están en contra de un plan para legalizar la situación de los migrantes que no tienen los papeles en orden. Trump promueve construir un muro en la frontera sur, que estaría financiado por México, además de la deportación inmediata de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estiman residen en el país.
Pero en este caso, señaló que habría oportunidad para que algunos "buenos" regresaran legalmente.
Cruz ha acusado a Rubio de cambiar de postura varias veces en el tema migratorio. En 2013 fue uno de los senadores que apoyó una propuesta federal bipartita que abría una vía a la ciudadanía para muchos migrantes sin estatus legal.
Rubio aseguró que su prioridad será asegurar la frontera y acusó a Cruz de haber respaldado la misma propuesta. En 2013, Cruz presentó una enmienda a la norma, pero su campaña ha asegurado que fue con el interés de socavarla.
El interés de los candidatos republicanos por adoptar posturas contundentes contra la inmigración irregular es fundamental para movilizar a su base principal de votantes, que son anglosajones y conservadores, explicó el analista político Rodolfo Espino, de la Universidad Estatal de Arizona.
Fuente:AP
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