Washington DC.- El ataque al Capitolio del pasado 6 de enero fue «provocado» por la retórica que el expresidente Donald Trump promovió desde meses antes del día de las elecciones, argumentaron legisladores demócratas en el segundo día del juicio político contra el republicano.
A raíz de esos disturbios, la Cámara Baja aprobó iniciar un nuevo juicio político a Trump, que ahora se encuentra en el Senado, donde se desarrolla el proceso como tal y que concluirá con una votación para condenar o no al expresidente por “incitar a la insurrección”.
Los gestores del juicio —congresistas de la Cámara Baja que actúan como fiscales—presentaron el miércoles como pruebas de su argumento los tuits y videos de mítines de campaña con los que el presidente promovió, desde octubre, la teoría de que, si perdía las elecciones sería porque había habido fraude.
Esas afirmaciones sin fundamento se prolongaron hasta después de las elecciones, cuando los resultados dieron como ganador al ahora presidente Joe Biden y el día de la certificación de las elecciones en el Congreso, el discurso que el presidente dio a sus seguidores congregados en Washington DC fue la chispa que prendió la llama, expusieron los demócratas.
“Este ataque fue provocado por el presidente y, como resultado, fue predecible y previsible. Tuvo el poder de detenerlo y no lo hizo”, dijo uno de los fiscales del juicio, el representante Joe Neguse.
En los próximos días, los gestores y la defensa de Trump tendrán cada uno 16 horas en el transcurso de dos días para presentar su caso, después de lo cual los senadores tendrán un total de cuatro horas para interrogarlos.
El gestor principal del juicio, el congresista Jamie Raskin, aprovechó su intervención inicial para responder a uno de los principales argumentos que la defensa del presidente dio el martes: que Trump no es responsable por los actos del Capitolio porque, con su discurso, estaba ejercitando su derecho a la libertad de expresión.
El legislador —un experto en derecho constitucional—dijo que el presidente se diferencia de un ciudadano corriente en que hizo un juramento para proteger la Constitución.
“Si usted es el presidente de Estados Unidos, ha escogido una postura con su juramento al cargo”, sostuvo Raskin. “Si lo rompe, lo podemos condenar, destituir e inhabilitar permanentemente para ostentar un cargo público”, subrayó el congresista.
Raskin citó una carta que firmaron más de 100 abogados, incluyendo miembros de la asociación conservadora Federalist Society, expresando que la 1ª Enmienda no protege al presidente de ser condenado por incitar a la violencia.
“La 1ª Enmienda no es una defensa contra el artículo de juicio político presentado contra el expresidente”, lee la carta, “el presidente no tiene el derecho bajo la 1ª Enmienda de incitar a una turba y luego sentarse de brazos cruzados mientras esa turba enardecida invade el Capitolio”.
Fuente:Voa Noticias
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