Una nueva ley mexicana ha provocado un cambio sustancial en la frontera: las autoridades estadounidenses ya no pueden enviar a los inmigrantes de vuelta al país vecino.
El Gobierno de Donald Trump empezó a rechazar en marzo del año pasado a los solicitantes de asilo en la frontera merced a una orden de emergencia por la pandemia de coronavirus: con el argumento de evitar contagios se selló en la práctica el ingreso de inmigrantes, que comenzaron a ser enviados de retorno a México.
Sin embargo, el Gobierno mexicano aprobó en noviembre una reforma de su ley migratoria que prohíbe la detención de niños y familias migrantes, por lo cual ha dejado de aceptar el envío de estos inmigrantes por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijeron funcionarios de la Administración presidida por Joe Biden a los diarios The New York Times y The Washington Post.
Cada vez más personas cruzan la frontera de modo ilegal, desbordando los centros de detención estadounidenses en algunas ciudades. Stephanie Malin, portavoz de CBP, dijo que debido a las precauciones contra la pandemia y las pautas de distanciamiento social, algunas instalaciones han alcanzado su "capacidad de detención segura".
La Patrulla Fronteriza realizó más de 73,000 detenciones en diciembre, cerca del doble de los más de 40,000 registradas en julio. Los arrestos diarios han aumentado además en la última semana, según funcionarios estadounidenses, una tendencia impulsada por grupos familiares y niños.
En algunas áreas de la frontera, los agentes no pueden enviar a estos inmigrantes de vuelta a México ni tienen espacio para detenerlos. Les queda entonces una opción: liberarlos a la espera de que se resuelva su proceso de solicitud de asilo.
El impacto en la frontera: sólo en algunas ciudades
Los funcionarios de seguridad nacional indican que la orden de emergencia ante la pandemia de Trump fue necesaria para evitar que el coronavirus se propague en los centros de detención, aunque haya impedido que familias vulnerables presenten sus solicitudes de asilo.
Desde que fue emitida en marzo, las autoridades estadounidenses han expulsado a más de 390,000 migrantes a México o a sus países de origen. La norma redujo el número de inmigrantes detenidos al permitir a los agentes eludir los procedimientos regulares de solicitud de refugio y hacer deportaciones rápidas. Se logró expulsar al 90% de los que cruzaban la frontera ilegalmente.
[La situación de miles de migrantes en la frontera de México empeora a diario]
La nueva norma mexicana cambia esta situación. “México ahora solo acepta adultos solteros, no familias ni niños”, explicó un funcionario estadounidense a The Washington Post.
La medida, que entró en vigor en enero, no impacta en toda la frontera del mismo modo.
En el Valle del Río Grande en el sur de Texas, el tramo más transitado de la frontera para los cruces ilegales, los adultos que llegan con niños ahora son llevados a la estación de la Patrulla Fronteriza en McAllen para ser registrados y luego, por lo general, los liberan, dijeron funcionarios de Inmigración.
Un agente de la Patrulla Fronteriza detiene a un grupo de inmigrantes que habrían ingresado de modo ilegal al país cerca de McAllen, Texas, en uno de los cruces fronterizos con mayor actividad (Archivo). © Proporcionado por Telemundo Un agente de la Patrulla Fronteriza detiene a un grupo de inmigrantes que habrían ingresado de modo ilegal al país cerca de McAllen, Texas, en uno de los cruces fronterizos con mayor actividad (Archivo).
La Administración Biden ya no puede enviar a estos inmigrantes a la ciudad mexicana del otro lado de la frontera, Reynosa. En los últimos años, familias centroamericanas han elegido esa ruta para entrar a Estados Unidos, huyendo de la persecución, la violencia y la pobreza de sus países de origen.
Pero en otros lugares como Nogales, Arizona, los agentes estadounidenses siguen expulsando a adultos y también a familias enteras, que son dejadas en las calles de México en lugar de refugios.
Tampoco está claro cómo la norma afecta a otras áreas de la frontera. Las autoridades mexicanas no se han pronunciado con respecto al cambio, ni han dado especificaciones.
El cambio presenta un desafío para la nueva Administración. Una de las principales preocupaciones es que la liberación a gran escala de padres e hijos desencadene una oleada de inmigración, como ha ocurrido en otras oportunidades.
Las ciudades sobre la frontera también temen que haya un aumento de contagios, ya que los migrantes suelen ser liberados sin que se les hagan las pruebas de coronavirus.
"Podemos atender un aumento repentino [de familias], podemos atender la llegada de inmigrantes, pero la diferencia ahora obviamente es el COVID-19", dijo Roel Rodríguez, administrador municipal de la ciudad texana de McAllen.
Cómo se sigue expulsando a las familias
Biden ha prometido restaurar los pedidos de asilo en la frontera sur y firmó una serie de órdenes ejecutivas esta semana ordenando a la Administración que revise las políticas restrictivas de Trump, como el programa Quédate en México.
Sin embargo, la nueva Administración no ha detallado públicamente cuándo se levantaría la regla de emergencia por la pandemia que estableció Trump y que en la práctica continúa expulsando a familias migrantes.
Un juez federal levantó un bloqueo a la regla, que impedía que Estados Unidos rechazara a los niños migrantes no acompañados. La Casa Blanca ha dicho que dejará de expulsar a los menores, permitiéndoles ir a refugios estadounidenses.
Biden también ha dicho a los migrantes que están considerando viajar que "este no es el momento de venir a Estados Unidos". La semana pasada, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó que se necesita tiempo “para poner en marcha un proceso de inmigración para que la gente pueda ser tratada humanamente".
Las políticas migratorias de México
Por su parte, México ha celebrado algunas de las primeras acciones de Biden a favor de los migrantes, prometiendo colaborar pero sin aclarar cómo lo hará ni qué asistencia dará.
Pese a varias preguntas expresas de Noticias Telemundo, el Gobierno mexicano no ahondó ni especificó qué se hará desde el lado mexicano o detalles de ese posible programa de cooperación para atender las causas de la migración por pobreza y violencia.
La decisión del país de prohibir la detención de menores ha tenido buena recepción entre los defensores de los derechos humanos.
“México está dando un paso decisivo para poner fin a la detención de niños por motivos de inmigración y este acontecimiento es prometedor y alentador”, dijo Gillian Triggs, alta comisionada adjunta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Fuente:Telemundo
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