Santo Domingo.- En momentos en que tiene el reto de enfrentar la pandemia de COVID-19, el gobierno del presidente Luis Abinader ha comenzado a sentir presiones políticas que ejercen no sólo sus opositores sino también un sector de su propio partido, el Revolucionario Moderno (PRM).
Cada vez son mayores los reclamos de miembros de esta entidad política, quienes argumentan que casi seis meses después de haber alcanzado el poder, ellos permanecen desempleados.
Su actitud ha sido tal que este jueves decenas de miembros y dirigentes de la provincia Monseñor Nouel, una de las más representativas del país, ocuparon el local del PRM en esta demarcación en demanda de empleos. No se descarta que ocurra lo mismo en otras zonas del país.
De manera simultánea, el nuevo gobierno de Abinader está recibiendo la natural y tradicional presión que hacen los partidos de oposición. Ahora, la voz cantante la lleva el de la Liberación Dominicana (PLD), quien parece haber pasado de la palabra a los hechos en respuesta a las acciones judiciales que las nuevas autoridades han comenzado a emprender contra exfuncionarios y allegados al expresidente Danilo Medina.
El terreno donde tienen poca destreza
Donde la oposición ha estado accionando con mayor holgura es en las redes sociales y los periódicos de internet, un terreno en el que precisamente los representantes de las comunicaciones del Gobierno han demostrado poca destreza.
A través de estos medios ella ha estado difundiendo perspicaces mensajes, pretendiendo vender la idea de que los actuales funcionarios “no saben gobernar”.
Comenzaron las huelgas
Este jueves comenzó una extraña huelga en la emblemática provincia Hermanas Mirabal, en demanda de arreglo de caminos vecinales, reparación de puentes, solución a la problemática del desempleo y de que se resuelva el problema de la sobrepoblación de reclusos en la Fortaleza Juana Núñez. También, de que se esclarezca el caso de dos dirigentes populares que son acusados de agredir a una patrulla policial y sea puesto en marcha de un programa para beneficiar a sectores populares con la venta de comida a bajos precios.
Aunque fue convocada por 48 horas en el municipio de Salcedo, hay amenazas de extender esta huelga a otras poblaciones del Cibao, tales como San Francisco de Macorís, Bonao, Licey y Navarrete.
Lo nunca visto
Mientras estos hechos ocurrían Bonao y Salcedo, en Santo Domingo se estaba escenificando lo nunca visto: un grupo de personas manifestándose violentamente frente al Congreso Nacional, encabezados nada más y nada menos que por un legislador, en demanda de que sea entregado el 30% de los recursos que retienen las aseguradoras de fondos de pensiones (AFP). Entre otras cosas, lanzaron piedras a agentes policiales que desde temprano habían acordonado la sede legislativa.
Peculiar pronunciamiento
También en el litoral del Congreso Nacional sobresalió un peculiar pronunciamiento del vocero del PLD en la Cámara de Diputados, Gustavo Sánchez, quejándose del manejo que las autoridades han dado a la pandemia y alegando que en el mismo ha predominado la improvisación.
“Como la arepa”
A propósito de todos estos acontecimientos, un chusco comentó ayer públicamente que el nuevo gobierno de Abinader y el PRM “está como la arepa: candela por abajo y candela por arriba”, por lo que su estabilidad dependerá de la habilidad con que el mandatario y sus funcionarios puedan exhibir en los próximos días.
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