Santo Domingo, RD.- República Dominicana y Venezuela entraron esta semana en un terreno de confrontación directa al más alto nivel, con los ataques y contraataques entre el dirigente chavista Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de la nación sudamericana, y el ministro de Relaciones Exteriores dominicano Miguel Vargas.
El nuevo conflicto estalló el pasado martes cuando Cabello dijo en una rueda de prensa, que el gobierno del presidente Danilo Medina propició la frustración de las elecciones municipales del domingo en Dominicana porque las iban a perder, y que la poca atención al tema por parte de la prensa internacional se debe a que en el país caribeño son lacayos de Estados Unidos.
De inmediato el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, calificó de extremistas, irrespetuosas y desafortunadas las declaraciones del influyente funcionario venezolano. La tensión aumentó ayer luego que circulara otro video donde el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela reitera su posición, y nega que sus declaraciones sean una injerencia.
“Los únicos culpables son quienes están gobernado República Dominicana en este momento. La gente no está protestando en las calles ni por lo que dijo Diosdado ni por Venezuela, están protestando contra el Gobierno y la Junta Electoral porque no hay elecciones, esa es la verdad verdadera, lo demás, échenme la culpa si quieren. No tengo novedades”, expresó Cabello en un programa de televisión donde estaban presentes decenas de venezolanos que lo aplaudían, según se observa en el video.
“Aquí en Venezuela, si alguien de esos países deberían recordarse cómo estaban cuando Hugo Chávez les tendió la mano. Sus presidentes deberían acordarse, el pueblo se acuerda. Usted va a República Dominicana y pregunta por Hugo Chávez y lo aplauden, porque el pueblo es agradecido, son los gobiernos que son lacayos de Estados Unidos! que viva Chávez!”, expresó.
La reacción del canciller Vargas no se hizo esperar y volvió a reprochar a Cabello mediante un comunicado oficial, donde considera que en materia electoral y en todos los apartados democráticos el funcionario venezolano carece de calidad para dar lecciones a los dominicanos, donde los funcionarios, la oposición y los legisladores se mueven y actúan con total libertad e independencia. “Nadie se persigue por sus ideas y los medios de comunicación se desempeñan con libertad absoluta”, dijo.
“La suspensión de las elecciones municipales, por fallos en el voto automatizado, fue hecha por la Junta Central Electoral, un organismo autónomo e independiente, tras consultar con los partidos políticos y en la que para nada intervino el Poder Ejecutivo”, expresó Vargas, quien además es presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), aliado del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Vargas recordó también a Cabello que la República Dominicana fue anfitrión, entre septiembre de 2017 y enero de 2018, de los esfuerzos de diálogo para encontrar una solución a la demasiado larga crisis política en Venezuela. El diálogo fracasó cuando los representantes del gobierno y la oposición no lograron ponerse de acuerdo.
Se resquebraja relación
Este conflicto agrava aún más las resquebrajadas relaciones diplomáticas, políticas y económicas entre las dos naciones, que llegaron a su nivel más bajo cuando República Dominicana respaldó oficialmente el 4 de febrero del año pasado al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, como titular del Poder Ejecutivo de esa nación, cuando el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró una sesión extraordinaria y desconoció la legitimidad del segundo mandato de Nicolás Maduro con una votación favorable de los estados miembros.
Desde entonces en República Dominicana operan dos embajadores venezolanos: Ali de Jesús Uzcategui Duque, del gobierno de Nicolás Maduro, y Eusebio Carlino Linares, nombrado por el gobierno de Guidó.
Durante el gobierno del fenecido presidente venezolano Hugo Chávez, la República Dominicana fue uno de los miembros privilegiados del Acuerdo de Petrocaribe, firmado el 7 de septiembre de 2005 para suplir petróleo a precio preferencial.
El 30 de enero de 2015 el gobierno dominicano y la empresa de la República Bolivariana de Venezuela (PDVSA) llegaron a un acuerdo para saldar la deuda que tenía el país generada por el Acuerdo de Petrocaribe, la cual ascendía al 31 de diciembre de 2014 a US$4,123.8 millones. Desde el 6 de marzo de 2010 PDVSA maneja el 49% de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), tras un acuerdo entre los presidentes de entonces Hugo Chávez y Leonel Fernández.
El 27 de marzo del año pasado Venezuela acusó a República Dominicana de tratar de traspasar esas acciones a aliados de Guaidó, pero esta versión fue negada por el presidente de la Refinería Félix Jiménez, quien a su vez expresó que no se le debía dinero por compra de petróleo a Venezuela y que su país mantenía el interés de comprarle estas acciones.
Fuente:LD
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