El aso, Texas.- Las autoridades de El Paso anunciaron este lunes que ascendió la cifra de víctimas mortales por el tiroteo perpetrado el sábado en un supermercado Walmart de la ciudad.
"Nos entristece reportar que otra víctima falleció en el hospital", informó el Departamento de Policía de El Paso en su cuenta de Twitter.
La cronología del día más negro en la historia de esta ciudad fronteriza. Detalles en el video.
Una hora después del primer anuncio, la policía informó sobre una segunda muerte.
De esta manera, el número de fallecidos subió a 22, además de una veintena de heridos, incluyendo uno de gravedad.
Las identidades de los fallecidos fueron reveladas el lunes en la tarde. A continuación la lista:
Andre Pablo Anchondo (estadounidense, 23 años)
Jordan Anchondo (estadounidense, 24 años)
Arturo Benavidez (estadounidense, 60 años)
Leonard Cipeda Campos (estadounidense, 41 años)
María Flores (estadounidense, 77 años)
Raúl Flores (estadounidense, 77 años)
Jorge Calvillo García (mexicano, 61 años)
Adolfo Cerros Hernández (mexicano, 68 años)
Alexander Gerhard Hoffman (alemán, 66 años)
David Alvah Johnson (estadounidense, 63 años)
Luis Alfonzo Juárez (estadounidense, 90 años)
María Eugenia Legarreta Rothe (mexicana, 58 años)
Elsa Libera Márquez (estadounidense, 57 años)
Maribel Loya (estadounidense, 56 años)
Iván Hilierto Manzano (mexicano, 46 años)
Gloria Irma Márquez (mexicana, 61 años)
Margie Reckard (estadounidense, 63 años)
Sarah Esther Regaldo Moriel (mexicana, 66 años)
Javier Rodríguez (nacionalidad desconocida, 15 años)
Teresa Sánchez (mexicana, 82 años)
Angela Sliva-Elisbee (estadounidense, 86 años)
Juan Velázquez (estadounidense, 77 años)
Concejales de El Paso y Jo Anne Bernal, la fiscal del condado de El Paso, se reunieron este lunes para movilizar las múltiples fuentes de compensación al que tendría acceso las familias afectadas por el tiroteo, incluyendo a los testigos y aquellos que brindaron los primeros auxilios.
Según Bernal, los afectados “contribuyentes a impuestos” deberían tener fondos a su disposición por los costos relacionados al tiroteo, incluido los servicios fúnebres y, si necesario, el costo de trasladar los cuerpos al país de origen. También se mencionó los costos relacionados al trauma de los testigos como tratamiento para la salud mental o si requieren una ausencia temporal del trabajo.
La ciudad ha iniciado el proceso para reclamar estos fondos de forma urgente tras declarar una emergencia en El Paso.
Agentes federales dijeron el domingo que la matanza en la tienda Walmart y el estacionamiento del centro comercial estaba siendo investigada como un caso de terrorismo interno, mientras sopesaban la posibilidad de presentar cargos por crímenes de odio que podrían conllevar la pena de muerte.
El precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos Beto O'Rourke dijo que hay que cambiar el problema de odio en este país y arreglar el asunto de las armas.
Un fiscal local anunció que presentaría cargos de asesinato capital, y declaró que el supuesto agresor “perdió el derecho a seguir entre nosotros”.
Menos de un día después del ataque del sábado, otras nueve personas murieron en otro tiroteo en una zona de centros nocturnos de Dayton, Ohio. La policía mató al que lo hizo.
Entre los dos agresores hirieron a más de 50 personas, algunas de ellas de gravedad, y dejaron en shock a una nación que se ha acostumbrado a los episodios regulares de violencia con armas.
Los investigadores se centraron en la posibilidad de que el ataque en El Paso fuera un crimen de odio después de que saliera a relucir un manifiesto racista y antiinmigrante publicado en línea poco antes de la masacre.
Los detectives intentan determinar si fue escrito por la persona que tienen arrestada.
La ciudad fronteriza ha estado muy presente en el debate migratorio y es hogar de unas 680,000 personas, en su mayoría de origen latino.
Armado con un fusil, el agresor de El Paso abrió fuego contra los clientes durante el periodo de compras para regresar a clases.
El ataque ocurrió en un Walmart y no se extendió a otras áreas comerciales cercanas, dijo el sargento Robert Gómez de la policía de El Paso.
La mayoría de las víctimas fueron baleadas dentro de la tienda.
A pesar de los reportes iniciales de la posibilidad de que fueran varios agresores, se cree que el hombre detenido fue el único involucrado, dijo la policía.
Los agentes lo identificaron como Patrick Crusius, de 21 años y originario de Allen, un suburbio de Dallas ubicado a casi 10 horas por carretera de El Paso. Fue arrestado sin la necesidad de que la policía realizara un sólo disparo y encarcelado sin derecho a fianza, indicaron las autoridades.
Crusius se rindió tras ser confrontado por agentes en una acera cercana. La policía no sabe cuántas balas disparó ni por qué dejó de hacerlo, señaló Gomez.
“No tenemos información acerca de qué hizo que dejara de disparar”, agregó.
El jefe de policía de El Paso, Greg Allen, dijo que el sospechoso coopera y está “abierto con información”.
“Básicamente dijo todo. Se le hicieron preguntas en particular, y respondió de la manera en que debía”, comentó Allen.
La policía de El Paso señaló que desconocen en dónde fue comprada el arma. Allen reconoció que las leyes de Texas permiten portar un arma larga abiertamente en espacios públicos.
“Desde luego, los individuos normales que ven ese tipo de armas podrían alarmarse”, pero antes de que empezara a disparar, técnicamente el sospechoso “estaba respetando la ley”, dijo Allen.
El ataque ocurrió a unas cinco millas del principal punto fronterizo con Ciudad Juárez, México.
“Fue una escena horrenda”, declaró Allen.
Entre las víctimas fatales se encuentra una mujer de 25 años que fue baleada mientras aparentemente intentaba proteger a su bebé de 2 meses, informaron sus familiares.
Las autoridades mexicanas informaron que entre los fallecidos hay ochos ciudadanos de México, según confirmó el canciller de México, Marcelo Ebrard, durante una conferencia de prensa este lunes. Lo cual significa que las dos personas que murieron a causa de sus heridas eran ciudadanos mexicanos. Ebrard prometió que como gobierno participarán en los servicios fúnebres de las víctimas mexicanas, y brindarán ayuda a sus familiares. También aseguró que participarán en la investigación y el juicio de un acto que considerán terrorismo contra mexicanos.
México planea emprender una acción legal contra el vendedor del arma involucrada, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. La tenencia de armas está sumamente restringida en el país latinoamericano, donde se requieren permisos especiales para portarlas, y las tiendas de armamento son raras.
El presidente Trump denunció ambos tiroteos y declaró que “no hay lugar para el odio en nuestro país”.
Durante un encuentro con los reporteros en Morristown, Nueva Jersey, el mandatario dijo que “vamos a atender” el problema. Añadió que ha estado en comunicación con el secretario de Justicia, el director del FBI y miembros del Congreso.
Trump también destacó que en EEUU hay un problema de salud mental, y dijo que los perpetradores “estaban muy enfermos mentalmente”.
Las autoridades buscaban cualquier conexión entre el sospechoso y el documento publicado en internet poco antes del tiroteo, incluyendo la preocupación del autor de que el flujo de hispanos hacia EEUU reemplazará a los votantes blancos de edad avanzada. Eso podría convertir a Texas en un estado demócrata e inclinar los resultados de las elecciones presidenciales.
El autor también criticó a los republicanos por lo que dijo son sus estrechos vínculos con las corporaciones y el deterioro ambiental. Aunque una cuenta de Twitter que aparentemente pertenecía a Crusius incluía mensajes a favor del plan de Trump para construir más barreras fronterizas, el autor del manifiesto en línea señala que sus posturas raciales preceden a la campaña del mandatario y que cualquier intento por culpar a Trump de los actos del autor sería “noticias falsas”.
Fuente:EFE/AP
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