La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo en un comunicado que es imperativo que Venezuela realice una investigación transparente sobre la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo mientras era prisionero del gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Bachelet visitó recientemente Venezuela, y está pendiente la publicación de un informe con los resultados de su visita, que no incluyó ni cárceles ni hospitales, como pedían grupos de derechos humanos y miembros de la sociedad civil.
“Urjo a las autoridades a llevar a cabo una profunda investigación –incluyendo una autopsia que siga los estándares internacionales- que sea independiente y transparente. Esto es esencial para arrojar luz no solo sobre lo que ocurrió con él, sino también para facilitar que se lleve ante a la justicia a los responsables de su muerte”, dijo Bachelet.
Acosta Arévalo, de 50 años, murió mientras permanecía encarcelado por acusaciones de supuesta conspiración contra el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
La esposa y madre de sus dos hijos de 4 y 10 años, Waleswka Pérez, había denunciado el sábado que su marido sufrió torturas en la semana que estuvo detenido y un juez ordenó su traslado a un centro asistencial en el complejo militar de Fuerte Tiuna en Caracas cuando el uniformado llegó al juzgado en silla de ruedas, pocas horas antes de fallecer.
El lunes, pidió a la ONU que se realice una investigación de su muerte y se le realice un examen forense al cuerpo.
Esposa exige investigación
La esposa del fallecido capitán de corbeta venezolano Rafael Acosta Arévalo dijo el lunes que la Organización de las Naciones Unidas debería investigar la causa de su fallecimiento, en medio de acusaciones de que habría sido torturado hasta la muerte.
Acosta Arévalo, de 50 años, murió mientras permanecía encarcelado por acusaciones de supuesta conspiración contra el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
La esposa y madre de sus dos hijos de 4 y 10 años, Waleswka Pérez, había denunciado el sábado que su marido sufrió torturas en la semana que estuvo detenido y un juez ordenó su traslado a un centro asistencial en el complejo militar de Fuerte Tiuna en Caracas cuando el uniformado llegó al juzgado en silla de ruedas, pocas horas antes de fallecer.
“Exijo justicia”, escribió Pérez, esposa del uniformado, en Twitter. “Solicito respaldo y apoyo internacional para realizar un examen forense independiente de la ONU para determinar la causa de la muerte del padre de mis hijos”, agregó.
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