Su sonrisa al momento de ser detenido hizo sospechar entonces que Javier Duarte, considerado por los mexicanos como uno de los mayores símbolos de la corrupción de gobiernos pasados, guardaba un gran secreto.
Era abril del 2017 cuando el Gobierno mexicano se congratuló de haber detenido en Guatemala al exgobernador de Veracruz, mientras él se mostraba sereno y contento ante las cámaras, seguro por lo que esta semana acaba de revelar.
"No me detuvieron, me estoy entregando", afirma.
En un video de menos de 3 minutos, presuntamente grabado el día de su aprehensión, el exfuncionario aseguró que se entregó a la justicia mexicana como parte de un pacto que hizo con funcionarios de la administración de Enrique Peña Nieto.
“Quiero informar que en unos instantes más, de acuerdo con el convenio establecido con el Gobierno federal, seré detenido. Me entrego", relata Duarte.
El exmandatario estatal indicó que, a cambio, las autoridades liberarían de toda culpa a sus familiares.
"En el sentido de que puedan dejar de esta hostigando a mi familia, a mis seres queridos", detalla.
Sobre estos señalamientos, quien entonces era secretario de Gobernación negó que hayan hecho algun pacto con él.
"Conmigo se va a topar con pared, no hay nada con lo que me pueda involucrar", asegura Miguel Ángel Osorio Chong, exsecretario de Gobernación y actualmente legislador.
Osorio Chong exigió al político veracruzano que entregue pruebas de sus dichos.
Desde su detención y extradición, Duarte está recluido en una cárcel en la capital mexicana. Un juez ya lo sentenció a 9 años de prisión por asociación delictuosa y lavado de dinero, pero aún tiene otros procesos pendientes.
Een su tierra natal, la gente solo exige justicia porque no olvidan que supuestamente desvió unos $35 millones destinados a obras en el estado, y permitió que dieran agua en lugar de quimioterapia a niños con cáncer.
Fuente:Telemundo
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