Pusieron sus destinos en manos de Dios antes de arrojarse al agua para ir detrás de sus sus sueños, aunque del otro lado del río Bravo los miembros de la patrulla fronteriza trataban de convencerlos de desistir de sus intenciones.
Mientras los migrantes se preparaban para cruzar, les hablaban de los peligros y de las desventajas de entrar a Estados Unidos de esa forma, considerada ilegal.
Pero nada importó a los migrantes, ni siquiera a la madre que llevaba en sus brazos a un bebé: todos decidieron retar a la corriente y, con las mujeres con chaleco salvavidas y sobre una pequeña alberca inflable, comenzaron a nadar.
Como quedó registrado en las imágenes, cuando el agua arrastraba a los migrantes, una lancha los interceptó y los uniformados estadounidenses les salvaron la vida.
Pero desafortunadamente no todos corren con la misma suerte.
Onelón Crisóstomo llora la muerte de su hija. La joven encargó a su bebita en su natal Paracho, en el estado de Michoacán, para ir en busca de una mejor suerte para ellas. Pero dias despúes, su cadáver fue localizado en un canal de Texas, cerca del río Bravo.
"Yo no sabía que mi hija salió para allá porque salió sin permiso", dice Crisóstomo, padre de la joven.
Devastada por su pérdida, la madre de Natividad dice que el lunes por mañana habló con su hija, le dijo que estaba con un coyote y que pronto se encontraría con su esposo, quien trabaja del otro lado de la frontera.
"Dijo: no te preocupes por mí, nada más reza cuando voy a cruzar la frontera", recuerda Vitalina Quinto, la madre de la joven.
Ahora toda esta comunidad de Michoacán se ha unido para esperar el doloroso momento en que les lleven los restos de la joven de 19 años para sepultarla junto a todos aquellos que se han ido tras el sueño americano y han vuelto en ataúdes.
Fuente:Telemundo
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