Por Carlos Brito: Desde unos 20 años atrás, hemos estado viviendo en la provincia Monseñor Nouel, un estado de irrespeto a lo que es el oficio de periodista al grado, que la población misma percibe que no existe la libertad de prensa dado que esta profesión se ha cualquierizado.
El periodismo que en los últimos años se viene practicando en Bonao, es chabacano, anti-profesional, inculto e insultante sin ética, aquí cualquier pelafustán sin ningún tipo de preparación académica renta un espacio de radio o de televisión para acabar con quien tiene problemas personales, chantajearlo o acabar con su empresa o su institución y, sin que ningún gremio tome medidas disciplinaria, es como usted poner una caseta en el mercado público para vender yuca, plátano, guineos y batata.
Frente a este periodismo vocinglero y del chantaje que se ha puesto en práctica y del que se han enriquecidos algunos comunicadores, el periodismo honesto, veraz, objetivo, tiene sus obstáculos; Para ese periodismo existe el amedrentamiento y como tenemos una justicia que no investiga dentro de las querellas que por difamación e injuria se someten, el ejercicio del buen periodismo se cualquieriza.
Tanto en la televisión y la radio de Monseñor Nouel, hay una tendencia de minimizar la credibilidad de aquellos que vienen ejerciendo un periodismo sin humillaciones, sin lamerle la suela de los zapatos a quienes se deben, un periodismo sin chantaje y, apegado a los criterios versados sobre la libre expresión simplemente, porque quien habla o escribe, no le agrada personalmente y hay que joderlo porque está afectando intereses.
Los que tienen como oficio hablar por radio y televisión en Bonao entienden, que al ser contratado por un político o una institución del estado, es como haberle comprado el alma, haberlo convertido en su esclavo por tanto, deben defender y expresarse bajo el manto falaz e insultante del contratista todo por no entender que es un profesional de la comunicación, profesión la cual no debe guardar al momento de asumir responsabilidad entender, que si en algún momento ese político o funcionario desiste de su labor el mismo, no debe ser un hijo de puta, no debe venir el chantaje y los insultos incluso las amenazas como ya estamos acostumbrados a escuchar, pues se trató de un contrato como profesional que venció.
Ese lambonismo que a diario estamos viendo en el periodismo de Bonao, está obstruyendo el buen ejercicio de la profesión al grado, que los analfabetas en la carrera, son los que mancillan las reputaciones de quienes realizan un periodismo investigativo a los cuales estos se niegan a ofrecerles a sus oyentes o televidentes porque van a sus espacios a repetir lo que ya otros han dicho convirtiéndose en bocinas repetidoras los que por suerte, tienen cientos de ignorantes de receptores siguiéndoles el juego.
En el periodismo de la provincia Monseñor Nouel, te pasan los 365 días del año, algunos hablándote mal y otros lisonjeando al Senador Félix Nova, al Diputado Orlando Martínez, a Héctor Acosta, acabando con Hospital, con Darío Rodríguez, el Consejo para el Desarrollo, Los Distritos Municipales, pero nadie realiza una investigación sobre el ejercicio que realizan estos para con objetividad edificar a la población diariamente, cualquier persona con deseo de joder llama a uno de estos mercados de la comunicación te habla mal de Darío Rodríguez, de Félix Nova, Willy Céspedes, Karina Ramírez, por sólo hacer mención de algunos nombres y por ahí se va la hora sin edificar al oyente o televidente sobre la verdad o mentira lo que muchas de las veces aprovecha el Emisor, quien busca vivir del oficio para visitar y chantajear al funcionario en base a lo que el receptor emitió por la vía telefónica libre de restricciones y aplicaciones.
Un buen ejercicio de la comunicación social ayudaría a que no tengan que venir Alicia Ortega, Nuria Piera, Huchi Lora ni otros organismos a decirnos lo que sabemos pero que somos incapaces de hacerlo sólo porque no investigamos y hablamos por el rumor, de que esos funcionarios los están haciendo mal.
Pero como estos funcionarios saben que lo están haciendo mal, cogen la presión de estos colmaderos charlatanes y usurpadores de funciones en el periodismo y en vez de denunciarlos pagan para callarlos colaborando de esta manera con el desborde delincuencial que en la actualidad impera en el periodismo de Bonao.
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