El índice de desempleo en Estados Unidos cayó de 3,8% a 3,6% en abril, la menor cifra desde finales de 1969, en una nueva muestra de la robustez de la primera economía mundial.
El informe del Departamento de Trabajo divulgado este viernes indicó que el mes pasado se habían creado 263,000 nuevos puestos de trabajo por encima de las expectativas de los analistas, que habían anticipado unos 217,000.
Además, revisó al alza la creación de empleo en marzo, hasta los 189,000, 16,000 más que lo previamente reportado. Los datos también mostraron cómo la retribución de los trabajadores prosigue su senda alcista. El salario medio subió en marzo en 6 centavos por hora, hasta los $27,77 dólares.
En los últimos 12 meses, los sueldos se han incrementado 3,2%, al mismo ritmo que el mes pasado. Mientras, la tasa de participación en la fuerza laboral, es decir, la proporción de estadounidenses que se encuentran empleados o buscando empleo, se redujo levemente en abril 62,8%, frente 63% del mes precedente. Este ha sido el mes número 103 en el que el empleo crece de manera consecutiva en EEUU, la racha más larga de bonanza en el mercado laboral de la que se tiene constancia.
Por sectores, la construcción agregó 33,000 empleos y sanidad sumó 27,000 nuevos trabajos. Por su parte, el manufacturero, afectado por las tensiones con China y las bajas exportaciones, añadió solo 4,000. "Que la economía pueda seguir creando a este ritmo mientras el desempleo cae a nuevos mínimos es bastante asombroso", afirmó en Twitter Justin Wolfers, profesor de Economía de la Universidad de Michigan. Los mercados dieron la bienvenida al dato de desempleo con subidas notables, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, abrió la jornada con una alza de 0,52%.
La Reserva Federal ha reiterado que se mostrará "paciente" de cara a futuras subidas de tipos de interés en lo que resta de 2019 tras la debilidad registrada en algunos de los indicadores económicos de comienzos del año. Sin embargo, los más recientes, como el de desempleo y el crecimiento estimado en el primer trimestre, que se ubicó en una tasa de 3,2%, vuelven a poner presión sobre la Fed para que vuelva a considerar nuevos ajustes monetarios.
En su reunión de esta semana, el banco central mantuvo los tipos de interés en el rango de entre el 2,25% y el 2,5%. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha insistido en que la economía se encuentra en uno de los mejores momentos de la historia del país y ha criticado a la Fed por no impulsar el crecimiento aún más con bajadas del precio del dinero.
"El informe de abril ilustra una vez más cómo la economía estadounidense sigue progresando, aupando a los trabajadores y llevando prosperidad a las comunidades de todo el país", señaló la Casa Blanca en un comunicado. Preguntado al respecto esta semana, el presidente de la Fed, Jerome Powell, volvió a evitar responder directamente al mandatario, quien fue precisamente quien lo nominó para dirigir el organismo, e insistió en la "independencia" de la Fed y su atención exclusiva a su doble mandato de promoción del empleo y la estabilidad de precios.
"Ignoramos consideraciones políticas de corto plazo", remarcó en una rueda de prensa reciente. La preocupación de la Fed se centra en la baja inflación. Powell reconoció esta semana que este indicador "ha bajado o se encuentra por debajo del 2 %" anual, la meta del organismo, aunque indicó que responde a "factores transitorios", que espera que se irán diluyendo con el tiempo. La próxima reunión de la Fed tendrá lugar el 18 y 19 de junio.
Fuente:EFE
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