Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la oposición demócrata se echaron hoy la culpa mutuamente por el cierre parcial de la Administración, que comenzó la pasada medianoche por un desacuerdo sobre el muro con México y que se prolongará al menos hasta el jueves.
En Twitter, Trump avisó hoy de que la parálisis administrativa podría ser “larga” y volvió a pedir que el presupuesto incluya una partida de 5.000 millones de dólares destinada a construir una barrera fronteriza con México, una de sus principales promesas de campaña.
“La crisis de actividad ilegal en nuestra frontera sur es real y no pararemos hasta que construyamos una gran barrera de acero o de ladrillo. ¡Qué empiece el trabajo!”, tuiteó Trump.
En una llamada con la prensa, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que la posición de los demócratas es “inaceptable” y consideraron que la oposición es la que debe “adaptarse” a las peticiones del presidente y ceder, incluyendo en el presupuesto los 5.000 millones de dólares para el muro.
Frente a ello, los líderes demócratas en el Congreso insistieron en que la culpa del cierre administrativo es de Trump, puesto que el mandatario rechazó esta semana una ley que ya había sido aprobada por el Senado con el apoyo de demócratas y republicanos para financiar el Gobierno hasta el 8 de febrero.
Esa ley incluía 1.300 millones de dólares para seguridad fronteriza, pero Trump insistió en que quería 5.000 millones.
Obedeciendo las peticiones del mandatario, la Cámara de Representantes aprobó una ley con esos fondos para el muro, pero esa propuesta quedó estancada en el Senado, provocando el cierre.
“Si quieres abrir el Gobierno debes olvidarte de la idea del muro”, dijo a Trump el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien atribuye la parálisis administrativa a un “berrinche” del mandatario.
Trump ve en la presente negociación su última oportunidad para obtener fondos para el muro, ya que el 3 de enero los demócratas tomarán el control de la Cámara de Representantes y podrán bloquear su financiación en ambas cámaras.
Al respecto, la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, adelantó que “si Donald Trump y los republicanos eligen continuar con el cierre de Gobierno de Trump, la nueva Cámara de Representantes con mayoría demócrata aprobará rápidamente legislación en enero para reabrir la Administración”.
Las dos cámaras del Congreso se reunieron hoy para tratar de alcanzar una solución, pero después de horas de debate decidieron levantar sus respectivas sesiones.
El Senado, que lleva el liderazgo en el presupuesto, se reunirá de manera informal el lunes 24 de diciembre, en Nochebuena, y volverá al trabajo el jueves 27 de diciembre a las 16.00 hora local (21.00 GMT) para ver si se ha conseguido un acuerdo que permita reabrir el Gobierno.
Para aprobar el presupuesto, los republicanos del Senado necesitan nueve votos demócratas, puesto que solo tienen 51 de los cien escaños y la ley necesita el respaldo de 60 senadores.
Además, para convertirse en ley, el presupuesto debe ser rubricado por el mandatario.
El cierre administrativo afecta a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales de EE.UU., que dejarán de recibir su sueldo, aunque lo recuperarán cuando se apruebe un presupuesto.
En esta ocasión, el cierre es parcial porque tres cuartas partes del Gobierno -incluido el Pentágono- tienen financiación hasta septiembre de 2019.
No obstante, la parálisis afecta a agencias de diez ministerios, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística.
Esas instituciones se quedaron sin financiación la pasada medianoche, pero el impacto real del cierre administrativo no comenzará a sentirse hasta el miércoles cuando los funcionarios deben volver a trabajar después de las vacaciones de Nochebuena y Navidad.
En Washington, los monumentos están abiertos, aunque los puntos de información están cerrados; mientras que el instituto Smithsonian ha anunciado que tiene fondos para mantener operativos sus museos hasta el 1 de enero.
Este es el tercer cierre que afronta Trump desde que llegó al poder a principios de 2017. El primero se produjo en enero de este año, coincidiendo con su primer aniversario en la Casa Blanca, y se alargo durante tres días; mientras que el segundo fue en febrero y duró apenas unas horas.
Fuente:EFE
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