Las autoridades tailandesas informaron que un antiguo miembro de la Unidad Especial de la Marina (Navy SEAL, en inglés) que trabajaba para rescatar a los niños atrapados en la cueva ha muerto por falta de oxígeno.
El comandante de SEAL, Arpakorn Yookongkaew, dijo en una conferencia de prensa el viernes por la mañana que el rescatista estaba trabajando como voluntario y murió durante una misión en la noche en la que estaba colocando recipientes de oxígeno.
Las autoridades tailandesas están tratando de bombear agua desde una cueva inundada, donde 12 niños y su entrenador de fútbol han quedado atrapados desde el 23 de junio.
Los equipos de salvamento evaluaban este jueves el descenso de los niveles de agua en la cueva de Tailandia donde 12 menores y un adulto llevan atrapados desde el 23 de junio, lo que podría adelantar el rescate.
Los equipos de rescate temen que las lluvias anunciadas para los próximos días vuelvan a inundar la cueva.
"No podemos confirmar cuándo tendrá lugar. Pero nos aseguraremos de que los niños estén al 100 por 100 seguros" durante la misión, declaró en rueda de prensa Narongsak Osotthanakorn, gobernador de la norteña provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la gruta.
Niños no saldrán al mismo tiempo de la cueva
"Si el riesgo es menor que el 10 por ciento, iremos hacia adelante", señaló a su vez uno de los líderes del operativo de extracción.
La misión se llevaría a cabo de manera gradual, sacando primero a los niños con mejores condiciones tanto físicas como psicológicas.
Las autoridades estudian con detenimiento las proyecciones meteorológicas con miedo a que entre un temporal de lluvia, que según los expertos podría llegar mañana a la región.
De comenzar las precipitaciones parte del duro trabajo realizado por los miembros de salvamento para drenar los pasadizos quedaría anulado.
"Luchábamos contra el tiempo cuando los encontramos. Ahora, luchamos contra las aguas (...) No podemos arriesgarnos a nuevas inundaciones", dijo Narongsak, al afirmar que a pesar de nuevas crecidas los equipos de salvamento podrán llegar hasta los menores.
Unas 20 bombas de extracción funcionan sin descanso y drenan unos 2,640 galones la hora, lo que se traduce en la disminución aproximada de un centímetro del nivel de agua.
Según la estimación del gobernador, el nivel de las aguas ha cedido cerca de un 40% desde el inicio de las operaciones.
El grupo -compuesto por doce niños de entre 11 y 16 años y un adulto de 26- fue encontrado la noche del lunes en una isla de terreno seco a unas dos millas y media dentro de la caverna y tras nueve días de intensa búsqueda en la que han participado más de 1,300 personas.
Una decena de militares -entre ellos un médico y un psicólogo- cuidan con complementos vitamínicos y atención sanitaria de los chavales, visiblemente delgados, pero en buen estado de salud.
Poco a poco el grupo recupera las fuerzas de cara a la segunda fase de la misión: la salida de la cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.
Según los expertos, el único camino es buceando a través de los túneles subterráneos inundados, aunque todavía se escruta la montaña en busca de una cavidad por la que ascender al grupo.
Los 13 se internaron en las galerías el pasado sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.
Los guardabosques que dieron la alerta encontraron sus bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos en la entrada de la caverna.
Cuerpos de élite del Ejército, efectivos de salvamento y voluntarios, además de expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, han participado en las operaciones de búsqueda y rescate.
Fuente:EFE
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