La Habana.- Después de casi seis décadas, Cuba iniciará este jueves una nueva era cuando el octogenario general Raúl Castro entregue la presidencia a Miguel Díaz-Canel, un civil casi 30 años menor a quien el Partido Comunista preparó para dirigir los destinos de la isla.
Se espera que el anuncio sobre el nuevo presidente del Consejo de Estado tenga lugar el jueves, una vez se elija la junta directiva. El nuevo presidente sustituirá a Raúl Castro, de 86 años, quien dejará el cargo después de dos mandatos de cinco años. Su hermano Fidel Castro ocupó el puesto desde 1959 hasta que se enfermó en el 2006.
Entonces Raúl Castro sucedió de manera interina a su hermano y en el 2008 asumió formalmente la presidencia e inició una gestión con reformas que abrieron la puerta a una incipiente iniciativa privada que fue congelada en los últimos meses.
El primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de 57 años de edad, es considerado como el favorito para reemplazar a Castro. En opinión del politólogo Carlos Manuel Rodríguez de la Universidad de La Habana, citado por la agencia AP, esta sucesión del poder en Cuba “no supondrá una redefinición de la cúpula cubana y mucho menos llevará a políticas de liberalización” en la isla.
Lo que se espera es que Díaz-Canel siga la línea de los Castro, pero quizá con una nueva visión, ya que es considerado como parte de “una nueva generación” socialista.
¿Qué dice el gobierno de EE.UU.?
El gobierno estadounidense ha dejado claro que apoya al pueblo cubano. En su discurso ante el pleno de la Cumbre de las Américas, el vicepresidente Mike Pence señaló que “Nuestro gobierno ha tomado medidas decisivas de apoyar al pueblo cubano y para enfrentarse a sus opresores”.
Además, Pence reiteró que EE.UU. seguirá haciendo todo lo posible para que el pueblo cubano logre la libertad y que están muy atentos a las acciones del régimen cubano que “ha tratado de exportar sus políticas e ideologías fallidas a la región”, como lo está haciendo en Venezuela.
De igual manera, la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, señaló que EE.UU. no reconoce el proceso de sucesión como una “transición democrática”.
“Nos gustaría que los ciudadanos tengan voz sobre su contexto político, básicamente no lo tienen. Ellos no tienen una opción porque no es un proceso democrático”.
La representante del gobierno estadounidense concluyó diciendo que: “Nos gustaría ver una Cuba más libre y democrática de lo que hemos visto. No somos muy optimistas porque esto no es un proceso democrático”.
Fuente:Externa
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