Unos 100 millones de personas enfrentaban el sábado nuevas dificultades tras la enorme tormenta de nieve de hace días en la costa este de Estados Unidos: temperaturas gélidas reforzadas por una sensación térmica de -100 F en el monte Washington de Nueva Hampshire, uno de los lugares más helados del mundo.
El terrible frío en el noreste al inicio del fin de semana afectó Burlington, en Vermont, con temperaturas de -1 Fahrenheit y una sensación térmica de -30 F. Los termómetros marcaban 8 F en Filadelfia y Nueva York.
Y en Hartford, Connecticut, un frío de (10 F causaba una sensación térmica de -20 F.
El sábado, vientos de más de 90 millas por hora se registraron en el monte Washington, el pico más alto del noreste del país, donde reinaban temperaturas de -37 F y una sensación térmica de -93 F. Empató con Armstrong, Ontario, en el segundo puesto como el lugar más frío del mundo.
Boston, con una temperatura de 11 F, lidiaba con problemas de otra índole: una escasez de fontaneros debido a los estragos en las tuberías que reventaron al congelarse, dijo el alcalde, el demócrata Marty Walsh.
Una marejada de tres pies que azotó el jueves la costa de Massachusetts debido a la tormenta de nieve se convirtió en la de mayor altura registrada en casi un siglo. Los habitantes de Boston y sus suburbios efectuaban el sábado labores de limpieza porque la marejada inundó calles y numerosas personas desalojaron sus moradas a medida que el agua se congelaba.
En Nueva Jersey, muchas personas permanecieron en sus hogares en lugar de salir para enfrentar temperaturas bajo cero. Otros retiraban los cúmulos de más de un pie que dejaron las nevadas en algunos lugares durante la semana.
“Mi vehículo se sentía como una hielera esta mañana, aun cuando tenía la calefacción a toda intensidad”, declaró Julie Williams mientras se tomaba un café en una minitienda en la localidad de Jackson Township. Williams se dirigía a su trabajo en un supermercado local, y esperaba que estuviera lleno de clientes.
“Hay quienes consideran una locura que todos compren leche, pan, etc., antes de una tormenta”, afirmó Williams mientras reía, “pero después está peor porque hacen lo mismo, pero es que ya les afectó la claustrofobia”.
Los operadores del aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York tenían dificultades para superar los estragos causados por la tormenta del jueves.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que administra el aeropuerto, dijo que trabajaba el sábado con las aerolíneas y la Administración Federal de Aviación para limitar los aviones con destino al John F. Kennedy “hasta que haya terminales adecuadas y disponibles para atender los vuelos acumulados tras la reanudación de los que fueron suspendidos por la tormenta del jueves”.
En Rhode Island, los hospitales atendieron decenas de casos de lesiones relacionadas con la tormenta a medida que las bajas temperaturas afectaban la zona.
Fuente:AP
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