Miami.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, inició el año 2018 entregado a sus actividades preferidas en sus días de descanso navideño en el sur de Florida, el golf y Twitter, luego de ser el anfitrión de una gala en su club social, Mar-a-Lago.
Poco antes de las 9:00 hora local (14.00 GMT), y tras despedir 2017 en una fiesta que se extendió hasta primeras horas de hoy, el mandatario arribó al Trump International Golf Club, donde lo acompañan el campeón mundial Fred Funk y su hijo, Taylor Funk, según portavoces de la Casa Blanca.
Antes de comenzar en este lugar el que, de acuerdo con la cadena NBC News, es su día 91 en un club de golf mientras es presidente, Trump no faltó a su cita en Twitter, donde dedicó su primer mensaje del año a criticar a Pakistán, por sus “mentiras y engaños” y por “dar refugio a los terroristas”.
Según la agenda de la Casa Blanca, está previsto que el mandatario retorne esta tarde a Washington a bordo de un avión Air Force One, que descansa en una pista del Aeropuerto Internacional de Palm Beach junto a un jet con el logo de Trump, tal como informa el grupo de periodistas que lo acompaña.
El presidente ha confirmado su retorno a la capital por medio de un mensaje en Twitter, en el que afirmó que hay “mucho trabajo por hacer”, si bien reiteró que este 2018, un año de elecciones en EE.UU., será “un gran año”.
El domingo, el mandatario utilizó su cuenta personal en esa red social para enviar sus saludos por año nuevo y destacar que EE.UU. crece “más rápido de lo que cualquiera pensó que era posible”, mientras que en otro mensaje colgó un video de más de 3 minutos con imágenes de su casi primer año de Presidencia (asumió el 20 de enero).
“A medida que nuestro país crece rápidamente cada vez más fuerte e inteligente, quiero desearles a todos mis amigos, seguidores, enemigos, ‘haters’ e incluso a la muy deshonesta Falsa Prensa, un feliz y saludable año nuevo. ¡2018 será un gran año para EE.UU.!”, escribió el último día de diciembre y poco antes de acudir a la exclusiva gala en su club social.
Trump fue anfitrión de la fiesta de fin de año que se celebró en su club privado y a la que acudió de esmoquin en compañía de su esposa, Melania, ataviada con un vestido largo de oro rosa brillante y con acentos florales, y el hijo de ambos, también de esmoquin.
En unas breves palabras que dio al grupo de periodistas que lo acompaña, destacó que 2018 será un “año tremendo”, en el que prevé que las bolsas de valores sigan subiendo y las compañías continuarán llegando al país.
Destacó además algunas medidas aprobadas durante 2017, entre ellos la reforma fiscal, la apertura a la exploración petrolífera del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y la eliminación del mandato individual en las regulaciones sobre seguros de salud, “que es muy, muy impopular, como saben”.
A la fiesta, que comenzó con un coctel en la piscina de Mar-a-Lago, acudieron miembros de la familia Trump, entre ellos su hija Ivanka Trump y su esposo, Jared Kushner; así como el Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y su esposa, Louise Linton; el exjugador de béisbol Keith Hernandez, y el presentador de la cadena Fox Lou Dobbs, entre otros.
El menú de la gala, en la que predominaron los atuendos formales y el brillo en los vestidos, consistió en un entrante a base de queso roquefort, tomates cherry, tocino, cebolla roja.
A este le siguió un segundo plato de raviolis de langosta de Maine (con muselina de hinojo, salsa de amargura de oliva y cítricos). El menú se completó con un puré de raíz de taro, setas de morel, zanahorias reliquias rostizadas, y postre.
Fuente:EFE
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