La gran cantidad de asuntos pendientes que espera a los legisladores cuando regresen al Capitolio sería abrumadora aun si Washington funcionara a la perfección.
Los principales puntos de la agenda -recortes fiscales, un posible cierre del gobierno y numerosas iniciativas sobre gasto- podrían complicarse con facilidad de cara al faccionalismo, maniobras legislativas y un entorno político tóxico.
Solo hay un periodo de cuatro semanas hasta Navidad que apenas alcanzaría para sobrellevar negociaciones difíciles incluso si en diciembre todo transcurriera sin contratiempos. Pero éste no es un panorama seguro en la capital del presidente Donald Trump.
Trump y los líderes del Congreso tienen previsto reunirse el martes para examinar cómo evitar una paralización del gobierno y dar salida a la lista de tareas legislativas pendientes.
Para los optimistas está claro que los demócratas y los republicanos tienen razones para cooperar, en particular en incrementar el gasto al Pentágono y las agencias internas, cuyos presupuestos quedarían congelados. Ambos partidos estarían obligados a concertar una nueva tanda de asistencia tras los huracanes, y los esfuerzos tendentes a apoyar un popular programa de atención médica infantil parecen ir sobre ruedas.
Los republicanos lograron que su propuesta para reducir impuestos avance en el legislativo bajo reglas especiales en las que los demócratas no pueden recurrir a tácticas dilatorias en el Senado. La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Representantes antes del receso del Día de Acción de Gracias y será remitida para su aprobación la semana entrante al pleno del Senado.
Después del fracaso de los senadores republicanos este verano para revocar la ley de salud asequible, el partido mayoritario tiene la gran necesidad de apuntarse una victoria en el ámbito fiscal. Sin embargo, los senadores republicanos más interesados en que no aumente el déficit fiscal, como Bob Corker, de Tennessee, y Jeff Flake, de Arizona, continúan preocupados ante una posible reforma impositiva.
El tema fiscal ocupa el centro de la atención a la fecha, pero el encontronazo legislativo sobre un posible cierre del gobierno antes de Navidad podría pasar en breve a primer plano. Los demócratas confían en lograr concesiones en las pláticas de diciembre frente a los temores de los republicanos de un cierre del gobierno.
Fuente:AP
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