Un grupo de 22 senadores demócratas exhortó el jueves a los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional a renovar un estatus migratorio temporal para cerca de 260.000 salvadoreños y 86.000 hondureños con residencia en Estados Unidos.
El beneficio -conocido por sus siglas en inglés como TPS y que consiste en protección de la deportación y permisos de trabajo- expirará en enero para hondureños y en marzo para salvadoreños.
Los senadores demócratas, encabezados por Tim Kaine y Ben Cardin, señalaron que los salvadoreños y hondureños con TPS tienen una participación en la fuerza laboral de 81% y 85% respectivamente, y que pueden resultar de gran ayuda en las labores de reconstrucción tras los huracanes Harvey e Irma.
Washington otorga el TPS a ciudadanos de países que sufrieron desastres naturales. Honduras recibió la designación en 1999 tras la destrucción causada por el huracán Mitch y El Salvador ingresó a la lista en 2001 tras una secuencia de terremotos.
Los senadores argumentaron que ninguna de las dos naciones centroamericanas tiene los recursos o la capacidad para absorber el retorno repentino de decenas de miles de connacionales.
El retorno de esos inmigrantes “tendría consecuencias desestabilizadoras, debilitaría esfuerzos para la recuperación y agravaría obstáculos actuales para alcanzar un crecimiento económico sostenido” en la región, argumentaron los senadores en una misiva dirigida al secretario de Estado, Rex Tillerson, y a la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke.
Las propuestas restrictivas sobre migración legal e ilegal que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca han causado señales evidentes de temor entre los centroamericanos con TPS.
La preocupación se incrementó desde que el gobierno estadounidense anunció en mayo que renovaría el TPS solamente por seis meses, y no los 18 meses habituales, a los 58.000 haitianos que el país cobija desde el terremoto de 2010.
Fuente:Externa
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