San Juan.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viaja este martes a Puerto Rico para observar de primera mano los esfuerzos en la recuperación de la isla luego de ser golpeada por el poderoso huracán María hace 12 días.
La agenda de Trump incluye reuniones con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, personal militar y personas que han resultado afectadas por la tormenta. También se prevé que se reúna con el gobernador Keneth Mapp de las Islas Vírgenes estadounidenses, igualmente golpeadaa por el huracán.
Algunos puertorriqueños tienen sentimientos encontrados respecto de la visita del presidente, y están resentidos algunos por sus comentarios despectivos y por lentitud con que ha llegado la ayuda.
Trump describió a algunos puertorriqueños como holgazanes y a otros como “ingratos” por criticar la respuesta de su gobierno. La alcaldesa de San Juan, fue blanco particular en sus tuits. Además muchos puertorriqueños siguen sin agua potable, la gasolina sigue siendo escasa y el servicio de celulares deficiente y reducido.
Pero Rosselló elogió a las autoridades federales y estatales por proveerlos de recursos y ayuda, aunque también recalcó que Puerto Rico ha sufrido desde hace tiempo debido a su estatus como territorio.
“Les invito a todos a considerar, a pensar en los puertorriqueños como sus constituyentes”, dijo Roselló, que está a favor de que la isla se convierta en estado. “Piensen en ello como un imperativo moral porque somos ciudadanos estadounidenses, pero, más importante, todos somos iguales como seres humanos”.
El gobernador informó que se restauró el servicio de agua para casi la mitad de los consumidores en todo Puerto Rico. También dijo que espera que el 25% de los consumidores del servicio eléctrico tengan luz antes de que finalice octubre y para toda la isla el servicio eléctrico se restauraría por completo antes de marzo.
Según el gobernador en los últimos días se redujo el tiempo de espera para comprar gasolina de siete horas a una en el área de San Juan, 720 de las 1.100 gasolineras de la isla ya abrieron y casi el 40% de los clientes cuentan con servicio de telefonía celular.
El presidente Trump y otros funcionarios han elogiado los esfuerzos que se han hecho hasta ahora desde Washington.
“Es sorprendente lo que hemos hecho en un muy corto período de tiempo en Puerto Rico”, dijo Trump el lunes. Y el mandatario consideró que la cantidad de alimentos y provisiones enviada a Puerto Rico ha sido “tremenda”.
Varios puertorriqueños, incluyendo a Noelys Martínez, trabajadora en un centro de atención telefónica, expresaron duda de que la visita de Trump cambie su situación.
“Él no va a traer la luz”, declaró mientras paseaba cerca de un parque comiendo helado.
Ángel Tomás Crispín, gerente en una ajetreada tienda en la que varias personas buscaban reabastecerse de provisiones, no tuvo palabras de elogio para el presidente. “La solución de Puerto Rico no es Donald Trump”, declaró.
Crispín dijo que le molestaron los comentarios de Trump sobre la isla. “Tanto dinero que tiene, y tanta educación que tiene, y es ignorante”.
Luis Torres, un jubilado que salió a caminar con su esposa, Marina, dijo que Trump no es bienvenido.
“Para mí, que no venga”, dijo Torres.
Su esposa estuvo de acuerdo.
“Él se ha expresado de una manera tan despectiva. Sumamente innecesario y sumamente desconsiderado”, comentó Marina. “Es muy triste”.
Pero para los analistas serios, como el el exsenador Kennet McClintock, la visita de Trump es importante.
“Para un territorio que adolece de nunca estar en el mapa de la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos, la visita de cualquier presidente, y más en una situación como esta, ayuda a ponernos en el mapa, no tan solo geográfico, sino geopolítico”, dijo.
Fuente:Voa Noticias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario