Santo Domingo.- “A mí se me maltrató de una manera dura por el simple hecho de que tengo un cuerpo que yo podía agarrar a ese señor”.
Así se expresó ante el juzgado de atención permanente de Santo Domingo Oeste, José Antonio Mercado Blanco (El Grande) durante la audiencia en la que fue enviado a prisión preventiva por un año, como sospechoso de haber participado en el asesinato del abogado y profesor universitario Yuniol Ramírez.
De esa forma, el individuo, empleado de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), trataba de convencer al tribunal de que una confesión durante su interrogatorio en la Policía, se produjo bajo tortura.
En un video de su comparecencia ante el tribunal, en cuya sala se observa al destituido director de la OMSA y también encarcelado por el mismo caso, Manuel Rivas, a alias “El Grande” se le escucha decir que el día de la desaparición de Ramírez (11 de octubre) él estuvo la oficina de la institución en Santiago y que ese elemento es fácilmente comprobable, a través de su celular.
“Salí de aquí a las 9:00 de la mañana, llegué a Jacaranda ahí (Bonao), nos paramos como a las 10 o a las 11:00 de la mañana a desayunarnos, de ahí seguí y llegué a Santiago, en Santiago entré a La Sirena (tienda) antes de entrar a la OMSA, luego, de allá para acá… allá en OMSA hicimos el levantamiento y duré hasta las dos y pico… las 2:00, y cogimos para La Sirena, en La Sirena yo no quise comer, comió la otra persona y de ahí salimos casi a las 3:00, de La Sirena, de La Sirena salimos a las 3:00 y cogimos para la capital, bajando a donde está Miranda (comunidad entre La Vega y Bonao) se desprendió un limpiavidrio y tuvimos que pararnos más para adelante, compré unos dulces, que todavía en mi casa quedan de esos dulces, nos paramos ahí en una dulcería, compramos dulces, más para delante nos paramos en Jacaranda de nuevo y llegué aquí a la capital de 4 a 5:00 de la tarde de ese día. Magistrada, lo que le estoy diciendo, tiene que conseguir esa prueba, mi teléfono yo no me lo quité de mi bolsillo, yo les dije a ellos, pero mi teléfono está ahí”, relató.
De acuerdo con la supuesta confesión ante los investigadores policiales y del Ministerio Público, alias “El Grande” habría reconocido su participación en la trama contra el abogado, diciendo que su compañero de trabajo Argenis Contreras, quien se encuentra prófugo, fue quien lo contactó para “hacer un trabajo” y que habría sido quien disparó.
Asegura que los investigadores policiales lo mantuvieron a golpes “porque eso había que resolverlo”, por lo que él estaba loco por salir de ahí.
“Y eso es así, magistrada, yo le estoy diciendo la pura verdad, todos los golpes que a mí me dieron eran para que yo dijera que sí, para que yo dijera que sí, insistió para luego asegurar ante la jueza que él no participó en ese hecho.
Dijo que fruto de los golpes tiene la cintura abierta, no puede oír de un oído y utilizaron más de ocho fundas y circularon con él hasta el kilómetro 18 de la autopista Duarte.
Reconoció que estuvo involucrado en un “problema” (homicidio) hace más de 20 años, pero que está caminando bajo las normas, porque se considera un hombre de edad, tranquilo, aunque hace el trabajo de seguridad en la OMSA.
“Por esa vía esos leones que están ahí me entraron a trompadas: este fue el hombre que lo mató, este fue el hombre que lo mató, este fue el hombre que lo mató, dime cómo fue, dime cómo fue, dime cómo fue”, narró el sospechoso para indicar la forma como supuestamente lo golpeaban los policías.
Dijo que bajo los golpes que le propinaban tuvo que decir que él agarró al abogado.
Posteriormente, los mismos policías lo hicieron comunicarse con Argenis Contreras y frente a ellos le preguntó si él estaba en eso, a lo que habría respondido: “yo busqué dos mecánicos para hacer este trabajo”.
Fuente: 7 DIAS.com
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