El presidente Donald Trump y la primera dama, Melania Trump, llegaron a Corpus Christi, Texas, para evaluar los daños causados por la tormenta Harvey y recorrer los centros de emergencias y operaciones en es ciudad y en Austin, la capital del estado.
El gobernador de Texas, Greg Abbott recibió a la pareja presidencial en cuya comitiva llegaron varios secretarios de gabinete, incluidos el secretario de Salud y Servicios Humanos Tom Price, la secretaria interina de Seguridad del Territorio Nacional Elaine Duke, el secretario de vivienda y Desarrollo Urbano Ben Carson y la administradora de la agencia de Pequeñas Empresas, Linda McMahon.
La secretaria de Prensa Sarah Huckabee Sanders dijo que esos departamentos y agencias serán cruciales en los esfuerzos de recuperación.
El Presidente recibió un informe sobre los daños causados por Harvey. En la agenda de Trump se incluye una visita a una estación de bomberos de Corpus Christi para revisar los esfuerzos de respuesta locales antes de viajar a Austin para visitar el centro de operaciones de emergencia en esa ciudad.
Abbott recordó que 10 días antes de la tormenta, el presidente y el gabinete han estado haciendo preparativos en constante contacto con las autoridades locales ofreciendo toda la ayuda necesaria. “Nuestra respuesta ha sido más efectiva por la manera efectiva como el presidente y su gabinete han actuado”, dijo el gobernador de Texas.
Desbordamiento de represas
Al tiempo que el Air Force One llegaba a Corpus Christie, las autoridades de Houston anunciaban que un par de represas que protegen el centro de la cuarta ciudad más grande Estados Unidos y un dique en una subdivisión suburbana comenzaron a desbordarse debido a las inundaciones causadas por Harvey.
Autoridades de Condado Brazoria colocaron un mensaje en Twitter advirtiendo que el dique en Columbia Lakes, en el sur de Houston, ha comenzado a desbordarse y aconsejaron a la población “SALIR AHORA”.
Ingenieros comenzaron a liberar agua de los reservorios Addicks y Barker el lunes para aliviar la presión en las represas, pero el esfuerzo no fue suficiente debido a la cantidad de agua traída por las lluvias, dijeron oficiales del Cuerpo de Ingenieros del ejército. Ambas represas están al máximo de su capacidad.
La liberación del agua significa que más casas y calles serán inundadas y se estima que algunas viviendas permanecerán inundadas hasta por un mes dijo Jeff Lindner del Distrito de Control de Inundaciones del Condado Harris.
El condado está tratando de determinar hacia dónde se desviará el agua, señaló Lindner.
La recuperación será larga
Durante el vuelo a Texas, la vocera Sanders dijo a los periodistas que la visita presidencial “sentará las bases para lo que sabemos será un largo esfuerzo de recuperación”.
Trump espera que su visita envíe el mensaje de que está totalmente involucrado en los esfuerzos de recuperación del desastre, que se espera duren meses.
La comitiva presidencial decidió no visitar la ciudad de Houston para no entorpecer las operaciones de búsqueda y rescate que continuaban, incluso el lunes por la noche, a un ritmo de unas 1.000 llamadas de auxilio por hora, según dijo la Guardia Costera.
Hasta ahora las inundaciones causadas por la tormenta tropical Harvey han dejado al menos siete muertos y obligado a decenas de miles de personas a dejar sus casas. No hay indicios de que vaya a haber un pronto alivio.
Trump, que enfrenta el mayor desastre natural en Estados Unidos desde que asumió el cargo en enero, aprobó declaraciones de desastre para Texas y Luisiana, lo que dio paso a esfuerzos federales de asistencia.
El lunes prometió que esos dos estados pueden esperar “una muy rápida acción” por parte del Congreso para obtener fondos para la limpieza y reconstrucción.
“Van a tener lo que necesitan y va a ser muy rápido”, aseveró Trump.
Para los habitantes de Houston, el momento es ya. Unas 8.000 personas han llegado a los refugios abiertos por las autoridades locales, 5.000 de ellos en el Centro de Convenciones de la ciudad. Los desplazados generalmente llegan sin nada —en muchos casos hasta sin zapatos— y necesitan de todo.
Para el lunes por la noche, 267.000 tejanos se encontraban sin electricidad en el extremo sureste del estado. El nivel del río Brazos, uno de los tres principales cursos fluviales que atraviesan Houston, se elevaría el martes a 18 metros, dijo el Servicio Meteorológico Nacional. El río San Jacinto podría desbordarse sobre la Interestatal 10, la principal arteria este-oeste de la ciudad.
Un aumento en los niveles de los ríos y los embalses llevó a que se ordenaran evacuaciones adicionales en los condados de Brazoria, Galveston y Fort Bend.
Mientras las familias revisaban atónitas los restos de sus casas destruidas a lo largo de la costa de Texas en el Golfo de México, donde los caminos que no resultaron inundados estaban cubiertos de escombros, el gobernador del estado, Greg Abbott, advirtió a los residentes de Houston que se preparen para un largo período de recuperación.
“Necesitamos reconocer que esta será una situación normal nueva y diferente para toda la región”, declaró Abbot.
Meteorólogos esperan que Harvey permanezca sobre la costa del Golfo de México en Texas durante los próximos días, precipitando entre 25 a 51 centímetros adicionales de lluvia, por lo que la amenaza de inundaciones se extendió al vecino estado de Luisiana.
Ryan Maue, meteorólogo de WeatherBell Analytics, dijo que 57 billones de litros (15 billones de galones) de lluvia han caído en un área grande y que se prevé que caigan 19 billones de litros (5 billones de galones) más para la medianoche del miércoles.
Edmond Russo, un oficial del Cuerpo de Ingenieros de la Armada, dijo el lunes en una conferencia de prensa que Harvey trae cantidades de lluvia que sólo se habían visto una vez en 1.000 años.
El centro de Harvey estaba a unos 160 kilómetros al sur de Houston y el pronóstico es que gire lentamente hacia la ciudad para el miércoles y que las peores inundaciones se produzcan entre ese día y el jueves.
En el área metropolitana, donde viven cerca de 6,8 millones de personas, las escuelas, los dos aeropuertos principales y oficinas estaban cerradas. Las numerosas refinerías que se ubican en el área, el centro petroquímico y de refinamiento de gasolina de la nación, detuvieron sus operaciones.
La refinería Baytown de Exxon Mobil, la segunda más grande de Estados Unidos, paralizó su actividad. La mayor refinería del país, ubicada en Port Arthur, tomará el martes una decisión final sobre una paralización.
El presidente Trump ha prometido regresar el sábado.
Fuente:VOANOTICAS