La ONU advirtió hoy que sólo puede asistir a 8,4 de las 30 millones de personas que sufren grave inseguridad alimentaria y están al borde de la hambruna o ya la sufren en Sudán del Sur, el noreste de Nigeria, Somalia y Yemen, países que viven una de las "peores crisis humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial".
Así lo señaló el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, durante un acto en Roma en el que subrayó que "están muriendo niños cada seis o diez minutos porque no estamos haciendo el trabajo en estos conflictos creados por el hombre".
El director ejecutivo dijo que están preparados para ofrecer asistencia inmediata a 17 millones de personas aunque para eso "requieren los recursos".
Beasley participó por videoconferencia para reclamar más fondos, ya que solo han recibido un 20% de los 2.800 millones de dólares que requieren este año para proporcionar alimentos a los más vulnerables y evitar las muertes por inanición.
El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, recordó que la hambruna ya se declaró en zonas de Sudán del Sur, donde la padecen 100.000 personas, y puede suceder lo mismo en Somalia, Nigeria y Yemen "si no se actúa en las próximas semanas".
De los 30 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria severa en esos cuatro países, la ONU estima que 20 millones están al borde de la hambruna o ya la sufren. El 80 % de la población en riesgo depende de las actividades rurales.
Desagregados por países, 17 millones de ellos están pasando hambre en Yemen; 5,5 millones en Sudán del Sur; 5,2 en el noreste de Nigeria y 2,9 millones en Somalia, donde además de los enfrentamientos armados están influyendo otros factores como la sequía.
Da Silva comentó que esa situación contrasta con el compromiso mostrado por los países en septiembre de 2015 para erradicar el hambre en el mundo, cuando firmaron la agenda de desarrollo sostenible para 2030.
El responsable de la FAO afirmó que incluso en contextos de violencia se puede ayudar a las personas "proporcionándoles alimentos y protección, y restaurando sus medios de vida" para evitar que tengan que emigrar por la fuerza.
Puso de ejemplo el kit de semillas, fertilizantes y otros insumos que la agencia está distribuyendo en la cuenca del lago Chad y que, por solo 10 dólares por persona, permite a las familias cultivar sus propios alimentos y vender lo que les sobre para ahorrar algo de dinero.
Da Silva llamó a coordinar la respuesta de la ONU e insistió en la necesidad facilitar el acceso a la poblaciones aisladas y de recibir más recursos después de que en 2016 la FAO solo pudiera cubrir el 23 % de sus fondos destinados a la ayuda agrícola de emergencia.
Fuente:Tèlam
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