Roma.- El presidente italiano, cuyo hermano murió a manos de la Cosa Nostra, viajó el domingo a un bastión del crimen organizado para honrar a cientos de italianos que fueron asesinados por las mafias del país en las últimas décadas.
El presidente Sergio Mattarella también rindió tributo a jueces, fiscales, policías, líderes sindicales, comerciantes y políticos que combatieron o denunciaron con valor al crimen organizado.
Durante la ceremonia en Locri, pueblo de Calabria que desde hace mucho es la base de la banda criminal 'ndrangheta, se leyeron en voz alta los nombres de víctimas inocentes - algunos de los cuales perecieron en medio del fuego cruzado durante peleas por territorio. Uno de los nombre fue el del hermano del presidente, Piersanti Mattarella, gobernador de Sicilia que fue asesinado en Palermo en 1980.
El evento fue previo al día anual de la memoria en Italia, a celebrarse esta semana, para las víctimas del crimen organizado.
Cerca de Nápoles, cientos de niños exploradores llenaron una iglesia en el pueblo de Casal di Principe, atiborrado de gángsters, para rendir tributo a un sacerdote, Giuseppe Diana, quien denunció a la banda criminal Caselesi de la mafia Camorra. Diana fue asesinado a tiros en la sacristía de la iglesia en 1994.
Mattarella lamentó que la "mafia todavía sigue fuerte" y controla o trata de infiltrar gran parte de la economía de Italia. Denunció "áreas grises, de complicidad", que los gángsters explotan, una referencia a políticos y administradores públicos corruptos que, según han concluido investigadores, ayudan a mafiosos a ganar contratos lucrativos en áreas de construcción y servicios sociales, como hospitales.
Si bien los 'ndrangheta, Camorra y otras mafias han estado afianzadas por generaciones en el sur de Italia, que se ha desarrollado menos que otras partes del país, también han infiltrado negocios en el próspero norte de Italia.
Fuente:AP
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