El exjefe policial Joe Arpaio quiere impedir que los hispanos detenidos ilegalmente durante sus operativos contra indocumentados testifiquen en su juicio por desacato.
En un documento presentado ante la corte el viernes, sus abogados dijeron que permitir el testimonio de las víctimas en el juicio que empieza el 25 de abril perjudicaría a su cliente y sería irrelevante para determinar si cometió un delito.
El exsheriff del Condado Maricopa, en Arizona, enfrenta el cargo menor por desafiar un mandato judicial de 2011 en un caso de prejuicio racial que le prohibía realizar los operativos migratorios. A los agentes que estaban a sus órdenes no se les informó de la orden del juez, por lo que violaron dicha orden por unos 17 meses.
Arpaio ha reconocido que prolongó sus operativos, pero insiste en que no lo hizo intencionalmente. Si es declarado culpable, el exfuncionario de 84 años podría pasar hasta seis meses en la cárcel.
El haber continuado con los patrullajes elevó los costos legales pagados por los contribuyentes en el caso de prejuicio racial, y se cree que contribuyó a la derrota electoral del jefe policial republicano en noviembre ante el demócrata Paul Penzone después de que pasó 24 años en el puesto.
Un juez federal que preside el caso ha ordenado la creación de un fondo pagado por el condado con el fin de compensar a los latinos que fueron detenidos durante los operativos cuando ya estaban prohibidos. Los abogados que promovieron el caso han dicho que cuando menos 190 personas fueron arrestadas en violación al mandato judicial.
Fuente:AP
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