Washington.- Agraviado y buscando pelea, Donald Trump utilizó un maratónico encuentro con reporteros el jueves para criticar las filtraciones "criminales" que hundieron a su asesor de seguridad nacional y reanimaron las interrogantes sobre sus propios vínculos con Rusia, pero sólo ofreció un desmentido típico de abogado de que sus colaboradores de campaña estuvieran en contacto con funcionarios rusos antes de los comicios del año pasado.
"Nadie que yo conozca", afirmó en la primera conferencia de prensa de larga en su presidencia.
El evento de 77 minutos fue una desenfadada ventilación de quejas, en el que el nuevo mandatario intentó pisar terreno firme tras lo que ha sido el inicio más accidentado de una presidencia en los últimos años. Trump criticó a un "mal tribunal" por bloquear su decreto que restringía el ingreso temporal de refugiados y de personas de siete países predominantemente musulmanes, y rechazó que la Casa Blanca esté paralizada por el caos y pleitos entre sus principales asesores.
"Este gobierno corre como una máquina bien afinada", alardeó.
Con su característica hipérbole lejana a la realidad, Trump dijo que nunca ha habido un presidente "que en este breve período haya hecho lo que hemos hecho". Le echó la culpa de cualquier problema al pasado gobierno del presidente Barack Obama -"heredé un desastre en el país y en el extranjero"- y a los medios de comunicación.
De pie en la elegante Sala Este, iluminada por finas lámparas de techo, Trump arremetió contra la prensa, que desde hace tiempo es su enemigo favorito. Pareció deleitarse en forcejear con los reporteros, interrumpiendo repetidas veces sus preguntas y mencionando historias con las que no está de acuerdo, perfectamente consciente de que sus ataques seguramente serán elogiados por sus leales partidarios.
Las encuestas muestran que Trump goza de respaldo entre los republicanos, y sólidas mayorías de estadounidenses dicen que está cumpliendo sus promesas y se le ve como un líder fuerte, de acuerdo con un sondeo de Gallup. Pero en otras cuestiones los habitantes expresan profundas reservas. Grandes grupos de personas dicen que no inspira confianza y que no es honesto ni confiable.
El lunes exigió la renuncia de su asesor de seguridad nacional Michael Flynn tras reportes de que éste engañó al vicepresidente Mike Pence acerca de sus comunicaciones con Rusia. Al día siguiente, The New York Times reportó que varios asesores de Trump estuvieron en contacto con asesores de inteligencia rusos durante la campaña electoral.
El mandatario tachó el reporte como "noticia falsa" y dijo que él no tiene "nada que ver con Rusia".
"Hasta donde yo sé, ninguna persona con la que tengo tratos tiene algo que ver", agregó.
El mandatario aceptó preguntas de 17 reporteros el jueves, muchas más que en la mayoría de las conferencias de prensa de los presidentes. Con frecuencia sus respuestas fueron difíciles de comprender, casi como si fueran el flujo de ideas que se le venían a la cabeza, y algunas de ellas fueron sorprendentemente extrañas.
Dijo que "lo mejor" que podría hacer sería "dispararle" a un buque espía ruso que ha permanecido en aguas internacionales frente a la costa este de Estados Unidos. Le preguntó a una reportera afroestadounidense si ella podría organizar una reunión con los legisladores negros. Y afirmó erróneamente que su victoria en el Colegio Electoral había sido la de mayor margen de cualquier presidente desde Ronald Reagan, pero luego rechazó ese dato y dijo que le habían "dado esa información".
Fuente:AP
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