Manila.- El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha dicho que podría imponer la ley marcial si el problema del narcotráfico se vuelve "muy virulento", apenas un mes después de que desestimó como "absurdas" las insinuaciones de que podría hacerlo.
Duterte ha convertido a la su brutal guerra contra las drogas en un pilar su Gobierno desde que asumió el poder a mediados del año pasado.
Desde julio, más de 6.000 personas han muerto en la campaña contra las drogas, tanto en operaciones de la policía como en ataques sin explicación de presuntos "justicieros". Más de un millón de traficantes callejeros y consumidores han sido arrestados o se han entregado a las autoridades.
Hablando ante miembros de una cámara de comercio en la sureña ciudad de Davao en la noche del sábado, Duterte dijo que juró proteger al país contra todas las amenazas, incluidas las drogas, que sostiene que han afectado a las vidas de 4 millones de personas.
"Si yo quisiera, y si (la situación) se deteriora en algo realmente muy virulento, declararé la ley marcial", afirmó. "Nadie puede impedirlo", añadió, refiriéndose a la Corte Suprema y al Congreso.
"Mi país trasciende a todo lo demás, incluso las limitaciones", sostuvo.
Filipinas vivió una década de ley marcial a inicios de los años 70 y los recuerdos de las campañas por recuperar la democracia y proteger los derechos humanos persisten en las mentes de muchas personas.
El mes pasado, Duterte pareció descartar cualquier posibilidad de que pudiese declarar la ley marcial.
"Eso es absurdo. Nosotros tuvimos la ley marcial antes, ¿qué ocurrió? ¿Mejoró nuestras vidas ahora? Para nada", declaró.
Fuente:Reuters
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